La cuota del deudor con el sistema financiero puede subir o ampliarse el plazo de pago, medida que se dará tras un acuerdo entre partes, anticipó ayer el director de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), Reynaldo Yujra.
“Tienen la posibilidad de elegir opciones; si una persona dice por ejemplo: quiero que la cuota sea la misma que venía pagando, entonces lo que tiene que hacer es prolongar el plazo de tal manera que se amplíe el número de meses y la cuota se mantenga”, detalló sobre la primera forma de pago, en una entrevista con la red ATB.
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Continuó y dijo que otros prestatarios dirán a su oficial de crédito que no pueden pagar esa cuota; entonces, la ampliación del plazo será mayor para que el pago mensual disminuya.
“Finalmente hay quienes señalarán que no se modifique el plazo porque quieren pagar su deuda de una vez; entonces, seguramente la cuota se va a incrementar”, precisó Yujra.
Aclaró que en ninguno de los casos se aplicará “interés sobre interés”, ya que estos se prorratearán en función de la elección que realice el cliente.
No obstante, advirtió que si detectan que la banca aplica inadecuadamente e ilegalmente las normas, se deberá someter al régimen de sanciones establecido por la ASFI.
Por otro lado, enfatizó que la medida que se acordó con los choferes es aplicable a todos los prestatarios del país, independientemente cual sea su actividad económica. Por tanto, todos los ciudadanos que tienen un crédito en el sistema financiero pueden acogerse al mecanismo de reprogramación y refinanciamiento, con la incorporación de un periodo de gracia de seis meses, en el que no pagarán interés ni capital.
El miércoles, el Ministerio de Economía, la ASFI y los representantes del transporte público suscribieron un acuerdo por el cual se establece un periodo de gracia de seis meses, sin pago de interés ni capital, por la reprogramación o refinanciamiento de créditos (ver gráfica).
Entretanto, la viceministra de Pensiones y Servicios Financieros, Ivette Espinoza, indicó que con la reprogramación lo que se logra es ampliar el plazo para que el deudor pague de acuerdo con su nueva capacidad.
“Desde el séptimo mes comenzarán a pagar su primera cuota, en función a su capacidad de ingresos. La diferencia entre un periodo de gracia y un diferimiento es que en el periodo de gracia si bien estos meses no me pagas porque no tienes, al séptimo ya me empiezas a pagar”, enfatizó Espinoza en BTV.
Mientras que en un diferimiento, todo el pago de los 16 meses se va al final del crédito, es decir se acumula la deuda. “Si tienes un crédito de dos o tres años, empiezas a pagar al final y estos 16 meses se suman y tu pago pasa a ser cuatro años”, dijo.
José Gabriel Espinoza, exdirector del Banco Central de Bolivia, explicó que en términos prácticos, la medida aprobada por el Gobierno es similar al diferimiento que estuvo vigente hasta el 31 de diciembre pasado, porque plantea la reprogramación o refinanciamiento automáticos para todos los prestatarios.
“El otro elemento es que dispone un periodo de gracia tanto a capital como a intereses, es decir que prácticamente toda la cuota se difiere. Hay que ver cómo se va a solucionar el tema de los seguros y otros costos que se tienen cuando se asume un crédito. Imagino que eso también será diferido en la norma que emitirá la ASFI”, consideró el experto.
El prestatario deberá apersonarse a la entidad financiera para negociar si la figura a la que se va a acoger es la de reprogramación o refinanciación, que son dos figuras diferentes.
En el caso de reprogramación, se extiende el periodo o plazo del crédito vigente.
El refinanciamiento es la cancelación de un crédito con un nuevo préstamo. Se aplica cuando la capacidad de pago del prestatario no presenta deterioro en relación con la determinada en el crédito cancelado con la nueva operación y cuando el deudor no se encuentra en mora, señala la ASFI en su página web.
Analista ve siete efectos del periodo de gracia bancaria
El economista Hugo Siles identificó siete efectos del periodo de “gracia” bancaria de seis meses sin el pago de capital e intereses, que el Gobierno acordó para todos los sectores en el convenio con el transporte. Entre ellos, un alza de la tasa de interés hacia futuro.
Ahora todos los prestamistas que tienen una deuda con las entidades financieras deberán comenzar a abonar sus pagos desde julio de este año.
Los siete efectos son: 1) encarecimiento de la tasa de interés pasiva, que pagan por los depósitos; y activa, que se cobra por los créditos de operaciones bancarias no reguladas.
2) El otro impacto es una mayor prueba ácida, es decir exigencias, requisitos y evaluación crediticia financiera, en el otorgamiento de créditos bancarios con afectación en particular a nuevos y pequeños emprendimientos.
3) También se dará laxitud de la cultura bancaria sobre cumplimiento de obligaciones crediticias cultivada hace décadas.
4) Freno al rol de intermediación económica de las entidades financieras; esto es, al papel de captar y colocar recursos.
5) Mayor rol activo del Banco Central de Bolivia (BCB) para canalizar liquidez a las entidades financieras en condiciones concesionales.
6) Impulso a la ralentización de la actividad económica por el deterioro del rol de intermediación financiera.
7) Se prevé una caída de la rentabilidad Roe (rentabilidad sobre capital invertido) y Roa (rentabilidad sobre activos) de las entidades financieras.
“El enfoque de demanda, diferir pagos a los bancos, debería haber sido equilibrado con el enfoque de oferta, preservar el rol de intermediación financiera”, consideró el economista al referirse al período de gracia.
Página Siete
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