El ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn, comparecerá en rueda de prensa a lo largo de la mañana para explicar este dato. En las últimas 24 horas, Alemania ha superado los 50.000 muertos causados por el coronavirus desde el inicio de la pandemia. La cifra de fallecidos asciende ya a 50.642, una vez sumados los últimos 859 registrados en solo un día. Aunque el dato varía ya levemente a la baja desde hace varios días, se trata de un nivel de muertes y de incidencias «emocionalmente muy difícil de gestionar», en palabras de la canciller Merkel. En las últimas 24 horas se han registrado además otros 17.862 nuevos casos que anticipan que la mortalidad seguirá siendo alta y el gobierno alemán atribuye este trágico repunte a las mutaciones del virus, especialmente la británica, que ha demostrado ser mucho más infecciosa que la cepa original y que está causando estragos en Alemania desde el 14 de diciembre. Preocupan también otras variaciones del virus, por lo que Berlín está promoviendo medidas conjuntas de la UE para evitar la entrada de mutaciones del SARS-CoV-2 desde terceros países, como Brasil y Sudáfrica, además de Reino Unido. «Hay que hacer todo lo posible para evitar que se produzcan más mutaciones como la de Brasil en Europa», ha dicho en apoyo de esta iniciativa el canciller de Austria Sebastian Kurz a través de Twitter, «apoyamos las propuestas alemanas de controles en la entrada fronteriza más estrictos y test obligatorios para mantener alejadas las mutaciones del virus».
El Instituto Robert Koch, que centraliza la información sobre la pandemia en Alemania e informa a diario de la situación de infecciones y muertes, aclara que el dato de fallecidos incluye tanto las personas muertas como consecuencia directa del virus como todas aquellas afectadas por enfermedades previas y que se vieron agravadas debido a la infección. El valor R de siete días es de 0,93, según el informe de situación de RKI. Esto significa que 100 personas infectadas infectan a otras 93 personas. El valor representa la aparición de la infección hace 8 a 16 días. Si está por debajo de 1 durante varias semanas, el proceso de infección cede. El número total de infecciones verificadas asciende a 2.106.262 y el número de personas curadas hasta el momento es de 1.780.200. La incidencia acumulada en siete días es de 119 casos por cada cien mil habitantes, la más baja desde el 1 de noviembre, lo que supone un dato esperanzador, aunque la canciller Merkel considera que la auténtica esperanza está en el avance de la campaña de vacunación y en el control de las mutaciones.
En este sentido, la canciller ha rechazado las críticas a Pfizer-BionTech por el recorte en el suministro de su vacuna y ha recordado que se debe a un retraso necesario para aumentar su capacidad de producción. «BionTech no es una empresa productora, es un laboratorio de investigación, explicando que Pfizer tiene sus propias plantas de producción en EE.UU. que facilitan la producción en masa, mientras que en Europa se están todavía habilitando plantas en Bélgica y en Marburg (Alemania)». Merkel ha dejado claro que «el gobierno alemán no puede garantizar la llegada de las vacunas, sino solamente hacer todo lo que esté en su mano para facilitar y financiar su desarrollo y distribución». «Que pudiéramos disponer de las primeras vacunas el mismo día de su autorización es una novedad en la historia de la medicina», ha insistido, incidiendo en la necesidad de seguir reduciendo los contactos hasta que las vacunas hayan alcanzado una proporción suficiente de la población. La cifra de vacunados es de 1.324.091 personas (1,6% de la población total). 77.602 personas ya han recibido la segunda dosis de la vacuna, pero aun así la campaña marcha con mayor lentitud de la esperada por la falta de suministros.
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Hasta ahora se han administrado más de 672.000 vacunas a profesionales de la salud y el cuidado, seguidas de los residentes de hogares de ancianos (472.402) y los ancianos (360.436). Es probable que el número de vacunaciones de refuerzo aumente significativamente en los próximos días.
El presidente de la Asociación Interdisciplinaria Alemana de Cuidados Intensivos y Medicina de Emergencia (DIVI), Gernot Marx, considera que no será suficiente con mantener hasta el 14 de febrero el cierre de gastronomía, ocio, cultura, deporte, colegios, guarderías y comercio, excepto alimentación y farmacias, como acaban de decidir conjuntamente Merkel y los presidentes de los Bundesländer. «Las unidades de cuidados intensivos están llenas, incluso si actualmente estamos viendo un ligero descenso inicial en los pacientes de Covid 19 en toda Alemania», advierte. Según DIVI, 20.922 pacientes de Covid están siendo tratados en unidades de cuidados intensivos, con una capacidad total de 24.293. Casi el 57% de ellos recibe ventilación. Todavía hay una reserva de emergencia de más de 10.000 camas de cuidados intensivos disponibles que se pueden configurar en siete días, pero la situación es ya «lo suficientemente preocupante».
Tomado de abc.es
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