La Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva volvió a pronunciarse ante el acelerado incremento de contagios de covid-19 con recomendaciones para el tratamiento de pacientes críticos y un llamado a las autoridades.
En un comunicado, los intensivistas se mantienen en “extrema emergencia” y lamentan que a más de una semana de la reunión que sostuvieron con autoridades del Ministerio de Salud, no se cumplieron las promesas y buenas intenciones.
“Lamentablemente nada cambió desde la reunión, solo promesas y buenas intenciones, mientras los casos por SARS-CoV-2 y requerimientos de atención en unidades de terapia intensiva suman y suman”, señala la parte central del documento.
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Asimismo, los médicos piden ser convocados por el Ministerio de Salud para “aportar en esta crisis sanitaria”. Anteriormente, los especialistas denunciaron que no forman parte de la elaboración de estrategias para atender la pandemia.
Medicamentos
La Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva, en su comunicado, rechaza el uso de medicamentos como remdesivir, lopinavir-ritonavir, hidroxicloroquina, azitromicina, interferón y plasma convaleciente para el tratamiento de pacientes con covid-19, debido a que “no se ha demostrado su beneficio en pacientes críticos con infección por SARS-CoV-2”.
Sobre la ivermectina, colchicina, afivavir y tocilizumab, señala que todavía no se ha demostrado su efectividad como para ser publicado en las guías internacionales.
“La utilización de antibióticos en pacientes con infección de SARS-CoV-2, únicamente es aceptable frente a una infección bacteriana añadida, y es peligroso usarlo empíricamente en todos los casos, ya que los antibióticos son ineficaces frente al SARS-CoV-2 y empeoran la resistencia existente en nuestro medio”, señala el documento.
Por ello, el ente colegiado indica que “hasta ahora solo se encuentran como estándar de oro la utilización de corticoides sistémicos en caso de requerimiento de oxígeno suplementario”.
También se opone al uso del dióxido de cloro e incluso indica que puede ser “contraproducente para la salud pudiendo agravar la condición de pacientes críticos”.
Correo del Sur
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