El gerente de Boliviana de Aviación (BoA), Ronald Casso, afirmó la noche de este viernes que la pandemia por COVID-19 golpeó severamente a la aerolínea, pero aclaró que el daño comenzó antes, con las acciones que asumió el régimen de Áñez en desmedro de la empresa estatal.
“La empresa ha sido golpeada muy fuerte por la pandemia, como es la realidad de prácticamente todas las aerolíneas en el mundo, pero en realidad hay que puntualizar también que el daño a BoA empezó antes de la pandemia porque ya se tomaron acciones direccionadas con una intencionalidad clara de hacerle daño financiero, de beneficiar a empresas privadas”, señaló en entrevista para el programa Primer Plano, de Bolivia TV.
Casso resaltó que “la administración completa de la aeronáutica en Bolivia” fue entregada a empresas privadas, lo que refleja la intencionalidad del gobierno de facto de generar un daño a BoA.

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Indicó que todas esas acciones generaron una crisis en la empresa estatal que adquirió una deuda acumulada de corto plazo que asciende aproximadamente a $us 43 millones, además de aeronaves en tierra y anuncios legales por endeudamiento.
Señaló que, en términos financieros, recuperar la deuda que arrastra la empresa estatal demorará aproximadamente dos años. “Nosotros estimamos que a finales de 2022 la operación será sostenible y rentable, como era antes de que se produjeran estos hechos”, sostuvo.
“Estamos ajustando los itinerarios para poder tener ingresos que nos ayuden a sobrepasar esta etapa difícil. Luego, también estamos con muchas operaciones especiales, vuelos chárter que nos generen ingresos adicionales destinados especialmente a sostener la operación con esos estándares, poder cumplir con nuestros trabajadores también”, acotó.
Haciendo una comparativa, detalló que para 2018 la aerolínea tenía un total de 22 aviones en vuelo; mientras que en la actualidad esa cantidad de naves se redujo a 15. “De esos 22 aviones, dos han sido devueltos y cinco están en proceso de mantenimiento, sin operar”, remarcó.
También dijo que se recuperó todos los destinos nacionales, a excepción de Uyuni, “que ha sido suprimido en la anterior administración”.
Aseveró que, con mucho esfuerzo, el servicio que brinda la aerolínea estatal retornó a los estándares que se tenían hasta 2018. “BoA es y debe seguir siendo un instrumento principal del Estado boliviano para servir a su población, y más aún en los momentos duros que atravesamos con el COVID-19”, acotó.
ABI
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