Una joven británica de 25 años, murió el último viernes tras ser brutalmente atacada por su perro mientras dormía una siesta en su casa en la ciudad de Birmingham.
Keira Ladlow fue atacada por el animal de propiedad de un familiar que vivía en la misma residencia, y al que la misma mujer lo consideraba como su mascota.
Por causas que se desconocen y que está siendo investigadas por la policía, el Staffordshire Bull Terrier, una raza británica creada a partir de cruces de Bulldog inglés y Terriers, atacó a la joven cuando ésta se encontraba en la cama.
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Vecinos aseguraron que escucharon los desgarradores gritos de la chica pidiendo ayuda. «La hirió de gravedad. Fue horrible. Se te parte el corazón, la familia está totalmente destrozada”,afirmó una de las personas que vive en una casa contigua a donde ocurrió todo y que nada pudo hacer para frenar lo que estaba sucediendo ya que no sabía de donde venían los gritos exactamente. «Es terrible y debe haber sido una forma horrible de morir», agregó.
El can le mutiló el brazo y la joven murió por la gravedad de las heridas. El cuerpo de Keira sin vida fue encontrado por uno de sus familiares que llegó horas más tarde a la vivienda y se encontró con ese panorama desolador.
«Su perro anterior era un pitbull que murió de cáncer, por lo que rescató a este perro después de encontrarlo en un parque donde se lo había visto durante durante cuatro años”, indicó Abeygail Barrett, pariente de la chica en Facebook. «A veces, los perros son rescatados con todas las buenas intenciones, pero su pasado puede hacerlos trágicamente impredecibles», añadió.
Un amigo de la familia de Keira Ladlow que vive a los pocos metros, aseguró: «Yo nunca había visto al perro, pero sé por otro vecino que solo salía a pasear en contadas ocasiones y normalmente se apartaba de otros perros porque parecía violento».
Si bien la policía definió el hecho como un «trágico incidente», se decidió que el animal sea sacrificado.
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