Tres escándalos alrededor del proceso de vacunación de la COVID-19 estallaron en las últimas horas en tres países latinoamericanos. Este viernes, se conoció que en Perú y Argentina fueron vacunadas personas del poder político cuando sus normas establecen que deben alcanzar a personal médico y adultos mayores prioritariamente.
En Brasil surgieron denuncias de que personal de enfermería inyectaron «aire» a ancianos en lugar de la vacuna contra la COVID-19. Se presume que se trate de un desvío del material para vender a terceros.
EN ARGENTINA LE CUESTA EL CARGO AL MINISTRO

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En Argentina, después de que se conociera que varias personas se vacunaron contra dicha enfermedad de manera privilegiada, el presidente Alberto Fernández, le pidió la renuncia al ministro de Salud, Ginés González García.
El cambió sucedió en el día. Horas más tarde, Carla Bizzotti se posesionó como nueva ministra de Salud de la Argentina durante una rueda de prensa en Buenos Aires (Argentina).
Horas más tarde, el ya exministro hizo pública su dimisión a través de una carta, y el Gobierno argentino confirmó que la hasta ahora viceministra de Salud, Carla Vizzotti, es quien lo sucedió en el cargo de la cartera de Salud y asumirá el puesto este sábado.
EL EXMINISTRO HABLA DE EQUIVOCACIÓN Y MALENTENDIDO
González García asumió la «responsabilidad por la equivocación» sucedida y consideró que lo ocurrido es un «malentendido», pero reafirmó que «las personas vacunadas pertenecen a los grupos incluidos» en las campañas vigentes.
El exministro, cercano a Fernández, apuntó además a que hubo una «confusión involuntaria» de parte de su «secretaría privada» al citar a esas personas mientras él estaba fuera de Buenos Aires.
El escándalo se originó a raíz de que el periodista y titular del organismo Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky, de 79 años, dio a conocer en el programa de radio en el que intervenía de manera regular que se había vacunado dentro de las instalaciones del Ministerio de Salud tras hablar con su «amigo» González García.
«Llamé a mi viejo amigo Ginés González García, a quien conozco desde mucho antes de que fuera ministro, y me dijo que tenía que ir al Hospital Posadas. Cuando estaba por ir, recibí un mensaje de su secretario, que me dijo que iba a venir un equipo de vacunadores del Posadas al Ministerio, y que fuera al Ministerio a darme la vacuna», reveló Verbitsky, de 79 años, a radio El Destape.
ESCÁNDALO EN CIERNES SOBRE LAS VACUNAS VIP
Después de esas declaraciones en las que revelaba que fue vacunado sin seguir los canales oficiales para ello, arrancó una polémica en las redes sociales, donde multitud de personas repudiaron las palabras de Verbitsky y la llamada vacunación vip a la que recurrió.
Diversos medios de comunicación indicaron que existe una lista de otras personas cercanas al poder que también utilizaron sus privilegios a la hora de vacunarse, aunque hasta el momento solo un diputado ha confirmado haberse vacunado por medios alternativos al oficial con dosis del preparado ruso Sputnik-V.
Se trata del legislador oficialista Eduardo Valdés, de 62 años, quien justificó en la emisora Radio con Vos que se vacunó en el Ministerio de Salud «de acuerdo a un protocolo, a una invitación».
Según explicó, el presidente lo incluyó en una comitiva oficial para viajar a México la próxima semana y por ese motivo lo «citaron».
El escándalo se dio apenas un día después de que la provincia de Buenos Aires, donde se encuentra el hospital mencionado, fuera la primera en desplegar el operativo de vacunación contra el coronavirus para los mayores de 70 años, tras más de un mes y medio en el que solo se vacunó al personal de salud en todo el país.
Ambas personas confirmaron que les inyectaron la vacuna dentro del Ministerio y no en un hospital, como debió haber sido por el protocolo argentino.
VERBITSKY, UNA PERSONA CUYA INFLUENCIA SE REMONTA DÉCADAS
Por lo que respecta a Verbitsky, que en su juventud militó en la guerrilla Montoneros (izquierda peronista), tiene una larga trayectoria en los medios de comunicación, reconoció este viernes que hace unos meses dijo que «prefería esperar un tiempo» antes de vacunarse, pero que finalmente decidió hacerlo y por ello contactó a su «viejo amigo», el ministro.
El director del programa El Destape, Roberto Navarro, indicó en su cuenta en Twitter que decidió prescindir de Verbitsky de ahora en adelante, mientras que los trabajadores del CELS rechazaron en un comunicado a través de sus redes sociales «esta o cualquier otra acción o privilegio» por parte de su presidente, al tiempo que expresaron que Verbitsky fue vacunado «por fuera del sistema establecido, a través de una cadena de favores».
LA OPOSICIÓN APUNTA A UNA DENUNCIA PENAL
Desde la mayor coalición opositora argentina, la diputada de Juntos por el Cambio Graciela Ocaña dijo en Twitter que la renuncia de González García «no alcanza» y pidió la renuncia de «todos los secretarios» de la cartera de Salud porque «conocían la existencia del vacunatorio vip».
En declaraciones televisivas, Ocaña, que antes de ser opositora al peronismo fue ministra de Salud con Cristina Fernández (2007-2015), adelantó que este caso puede dar lugar a una «denuncia penal» por «tráfico de influencias».
Por su lado, la presidenta de Propuesta Republicana, uno de los partidos que forman Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, añadió que «los K (kirchneristas) usan la vacuna para beneficio propio y lo hacen público para reírse de todos».
«Son una oligarquía que se apoderó de un presidente incapaz. Nuestro repudio más enérgico y una seria impugnación a un Ministro impotente que debe renunciar», expresó Bullrich.
Hasta ahora, Argentina -que tiene unos 45 millones de habitantes, alrededor de 7,2 son mayores de 60 años- ha recibido 1,22 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V (mitad del primer componente y mitad del segundo), lejos de los 5 millones previstos inicialmente para enero y de los 14,7 millones firmados para febrero.
Esta semana llegaron al país 580.000 dosis de la vacuna del Insituto Serum, de India, gracias a la tecnología de AstraZeneca y la Universidad de Oxford.
VACUNAGATE DE PERÚ RONDA A LA EMBAJADA CHINA
La Embajada de China en Perú es también centro de las miradas del «Vacunagate», el escándalo político de vacunaciones en secreto de altos funcionarios peruanos, tras confirmarse que la misión diplomática china recibió más de un tercio del exclusivo lote de dosis que desató la tormenta política.
Fueron 3.200 las vacunas del laboratorio chino Sinopharm que llegaron a Perú en el tercer trimestre de 2020, de ellas 1.200 solicitadas por la embajada china y 2.000 por el Gobierno de Perú para inmunizar al personal a cargo del ensayo clínico de la misma vacuna en Perú, que convocó a 12.000 voluntarios.
La partida de 2.000 dosis que quedó en manos de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), encargada de dirigir el ensayo clínico de la vacuna de Sinopharm, fue utilizado también para inmunizar irregularmente y en secreto a más de cien funcionarios y en algunos casos a sus familias por completo.
Entre las autoridades que aprovecharon sus cargos para acceder a este exclusivo lote de vacunas varios meses antes de que llegaran las primeras dosis para la población estuvieron el entonces presidente Martín Vizcarra y las ministras Pilar Mazzetti (Salud) y Elizabeth Astete (Relaciones Exteriores), quienes ya cesaron sus funciones.
Ellos tres están en la lista hecha pública por el Gobierno de los irregulares receptores de las vacunas, pero se desconoce quiénes fueron vacunados con las dosis que recibió la embajada china.
POSIBLE PEDIDO DE INFORMACIÓN
Durante una comparecencia ante la comisión creada por el Congreso para investigar el «Vacunagate», la primera ministra, Violeta Bermúdez reconoció este viernes que el Gobierno no tiene información sobre quiénes recibieron las dosis que quedaron en manos de la embajada china.
Bermúdez indicó que, en principio, el lote para la embajada china era para inmunizar a su personal diplomático, trabajadores y «otras personas vinculadas a la embajada».
«El Gobierno chino no tiene que dar cuenta sobre las 2.000 dosis que fueron solicitadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores con la conformidad del Ministerio de Salud», precisó Bermúdez.
«Sobre las dosis solicitadas por la embajada china, creo que se les puede solicitar que compartan la información y me imagino que no van a tener ningún problema en hacerlo por transparencia y por la relación de cooperación que tenemos», añadió.
Por su parte, la Embajada de China en Perú solo se manifestó el lunes en un comunicado donde rechazaron que las vacunaciones irregulares sean prebendas, donaciones o «vacunas de cortesía».
SIN FECHA PARA NUEVOS ENVÍOS
Precisamente la vacuna de Sinopharm ha sido la escogida por el Gobierno para iniciar la vacunación masiva en Perú, lo que comenzó el 9 de febrero con el primero de los 38 millones de dosis que el Ejecutivo se ha comprometido a adquirir la empresa china.
Sin embargo, el ministro de Cultura, Alejandro Neyra, reconoció este viernes en conferencia de prensa que no hay todavía una fecha contemplada para la llegada de los siguientes lotes de vacunas porque aún no se han concretado las transacciones correspondientes.
Neyra deseó que esto pueda darse la próxima semana, aunque depende de la recomposición del equipo negociador del Gobierno peruano, pues parte de los miembros de este grupo han sido apartados por haber sido algunos de los beneficiados con las vacunaciones secretas.
VETO PARA NUEVOS ENSAYOS CLÍNICOS
Asimismo, este viernes han continuado las consecuencias para varios de los implicados en el «Vacunagate», especialmente para la Universidad Cayetano Heredia, que fue suspendida por el Instituto Nacional de Salud (INS) para realizar nuevos ensayos clínicos.
El INS aseguró que la universidad «ocultó información sobre el uso de las vacunas», pues «fueron administradas a personas ajenas al ensayo, con el agravante de aplicar más de dos dosis por persona, y parte de ellas han sido retiradas indebidamente del centro de investigación».
Además de las investigaciones iniciadas por la Fiscalía, la Procuraduría General del Estado (abogacía general del Estado) solicitó este viernes la detención preliminar de varios implicados, entre ellos las exministras Mazzetti y Astete y el investigador Málaga.
El escándalo del «Vacunagate» salió a la luz en el peor momento de la segunda ola de la pandemia de la covid-19, en la misma semana donde el país marcó los registros más altos de contagios y muertes de toda la emergencia, y en total ya acumula más de 1,2 millones de casos, de los que más de 44.000 han fallecido.
BRASIL DENUNCIAN QUE INYECTARON «AIRE»
Mientras el proceso de vacunación contra el coronavirus avanza en Brasil, se destapa un nuevo escándalo que en las redes sociales ha sido bautizado como “vacunas de aire”. La polémica se ha generado tras una serie de denuncias de posibles fraudes durante la inoculación a adultos mayores contra el COVID-19.
Tres videos publicados en redes sociales, y replicado por la cadena Telemundo después, fueron grabados por familiares de adultos mayores y muestran el preciso momento en que profesionales de la salud insertaron las agujas en los pacientes, pero no inyectaron la dosis contra el COVID-19, reflejó el periódico Comercio de Perú.
Según informa Telemundo, las técnicas de enfermería comprometidas en este caso ya fueron separadas de sus cargos y una de ellas declaró que no fue intencional.
“Si las investigaciones confirman que hubo desvío de dosis, o cualquier otra irregularidad, el profesional de salud podrá ser acusado por el crimen de peculado (malversación de fondos), que tiene penas que pueden llegar hasta a 12 años de prisión”, señaló la Policía Civil de Río de Janeiro en un comunicado.
Pese a considerarlo un episodio “aislado”, el Ayuntamiento de la localidad de Petrópolis reforzó el protocolo de vacunación para evitar nuevos casos y orientó a los enfermeros a aumentar la “transparencia” durante el proceso, según explicó a Efe el secretario de Salud, Aloisio Barbosa da Silva.
“Brasil tiene un gran equipo de enfermeros. Un hecho aislado no puede comprometer un servicio que sigue los protocolos del Ministerio de Salud. Lo importante es tomar la vacuna”, resaltó.
Tomado de EFE
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