Alemania está a punto de iniciar negociaciones bilaterales con Rusia para obtener su vacuna Sputnik V contra la covid-19, según adelantaron este jueves las agencias Afp y Reuters. El eventual acuerdo final depende de que Rusia proporcione datos clave sobre su fórmula a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).
La EMA anunció el pasado 4 de de marzo que está examinando la vacuna rusa, denominada Sputnik V en homenaje al primer satélite lanzado por la URSS en 1957. Sin embargo, la Comisión Europea dijo el miércoles a los ministros de Sanidad de los países miembros de la UE que Bruselas no planea abrir conversaciones con Rusia sobre un contrato preliminar para la Sputnik V, como sí hizo con otros proveedores de vacunas.
Por ello, el ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn, anunció durante la reunión virtual que Alemania iniciaría negociaciones preliminares con Rusia sobre un acuerdo bilateral para asegurarse la vacuna.
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El movimiento ha venido precedido por el anuncio el miércoles del Gobierno del land alemán de Baviera sobre la firma de un contrato preliminar para adquirir 2,5 millones de dosis de la Sputnik V, a recibir en principio el próximo julio, y siempre y cuando la fórmula se aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos. El presidente bávaro, el socialcristiano Markus Söder, habló de una “prenegociación” con las autoridades rusas para recibir esos suministros.
El democristiano Spahn había alertado el mes pasado de que la realidad es que no hay suficientes dosis de vacuna en Europa para poder contrarrestar la tercera ola del coronavirus.
Alemania lleva cinco meses de cierre total o parcial, y sólo ahora parece que la vacunación empieza a coger ritmo: en este país de 83 millones de habitantes han recibido la primera dosis 15,4 millones de personas, de las que 4,6 millones han sido inoculadas también con la segunda. La población se impacienta, y al Gobierno federal de coalición de conservadores y socialdemócratas le llueven críticas por una gestión juzgada vacilante, en un año en que se celebran elecciones generales, previstas para el próximo 26 de septiembre.
El Gobierno de Alemania apremia a Bruselas para que apruebe la vacuna rusa Sputnik V. En una comparecencia el pasado 19 de marzo en Berlín tras una reunión con los länder sobre la campaña de vacunación alemana, Merkel dijo al respecto que “toda vacuna autorizada por la Agencia Europea de Medicamentos debería ser utilizada en la UE”, y que espera que haya un pedido global de la UE para todos los países comunitarios como con las otras fórmulas ya aprobadas. Pero si tal compra conjunta de la Sputnik V no se produjera, “entonces Alemania debería actuar por sí misma y eso es lo que haríamos”, había añadido la canciller.
Alemania había coqueteado discretamente con la fórmula rusa desde el inicio de la campaña de vacunación. El pasado 5 de enero, el Kremlin anunció que el presidente ruso, Vladímir Putin, había abordado en conversación telefónica con la canciller Merkel la posibilidad de una “producción conjunta de vacunas” contra el coronavirus. En la conversación entre ambos, según el comunicado emitido aquel día por el Kremlin, “se debatió la cooperación en la lucha contra la pandemia del coronavirus, y se puso el acento en las posibles perspectivas de producción conjunta de vacunas”.
Un portavoz del Gobierno alemán se limitó entonces a confirmar que ambos líderes habían hablado de la lucha contra la pandemia. A inicios de febrero en la televisión ARD, Merkel fue más específica y dijo en referencia a la Sputnik V: “Todas las vacunas que obtengan la autorización de la EMA serán absolutamente bienvenidas, hablé precisamente de este punto con el presidente ruso”.
La vacuna rusa Sputnik V aterrizó por primera vez en la UE a inicios de febrero a través de Hungría, cuyo primer ministro, el ultranacionalista Viktor Orbán, descontento con la compra centralizada desde Bruselas, negoció por su cuenta con Rusia.
La Vanguardia
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