Las autoridades sanitarias surcoreanas han reanudado este jueves la administración de la vacuna contra la COVID-19 desarrollada por AstraZeneca y Oxford para las personas menores de 60 años, un día después de pausarla, y ha trasladado que este fin de semana se tomará una decisión definitiva sobre el uso del fármaco.
Junto a las personas menores de 60 años, las autoridades de Corea del Sur también restringieron la aplicación del inmunizador en instructores de educación especial y maestros de guarderías y escuelas primarias, de enseñanza media y preparatoria.
La Agencia para el Control y la Prevención de Enfermedades de Corea del Sur ha subrayado la necesidad de continuar con el programa de inoculación a nivel nacional, destacando que los beneficios de la vacunación superan a los riesgos, según la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
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La Agencia Europea del Medicamento (EMA) concluyó el jueves que existe una «posible relación» entre la vacuna de AstraZeneca y los coágulos sanguíneos con niveles bajos de plaquetas. Por ello, decidió que estos eventos deben figurar en la lista de efectos secundarios «muy raros» de la vacuna.
Corea del Sur ha constatado, hasta el momento, tres casos de trombos en personas que han recibido el fármaco, según los datos de las autoridades sanitarias del país asiático. Hasta ahora, se han administrado más de un millón de dosis en Corea del Sur, que tiene a alrededor del 2 por ciento de su población inmunizada.
Está previsto que 10,6 millones de vacunas de AstraZeneca se administren en el país para finales de junio, lo que representa cerca del 59 por ciento de los aproximadamente 18 millones de dosis que se habrán administrado en Corea del Sur para entonces. Corea del Sur ha registrado más de 107.500 personas contagiadas de la COVID-19, incluidas más de 1.700 víctimas mortales a causa de la enfermedad.
Fuente: EUROPA PRESS.
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