A horas de recibir la Navidad y a días de dar la bienvenida al nuevo año, los clubes del balompié profesional boliviano suman refuerzos. Este lunes Oriente Petrolero contrató al delantero José Alfredo Castillo, quien se suma al arquero Rómel Quiñónez como las primeras adquisiciones para la próxima temporada.
Wilstermann cerró en las últimas horas los fichajes de los mediocampistas Moisés Villarroel y Víctor Hugo Melgar. Las primeras contrataciones en una temporada de los “pases y pesos” que anticipa gran movimiento en el fútbol nacional.
La mayoría de los equipos ingresó en receso por fin de año, pero los dirigentes no descansan y comienzan a reforzar sus plantillas para 2019.
Una de las primeras instituciones en hacer noticia fue Wilstermann, que fichó hasta la fecha a los delanteros Bruno Miranda procedente del DC United de EEUU, el atacante paraguayo Ariel Núñez y recientemente a los volantes Moisés Villarroel, quien jugó la última temporada en el club Bolívar; Víctor Hugo Melgar, flamante campeón con San José de Oruro y al defensor Ramiro Ballivián proveniente de The Strongest. Melgar firmó por un año, mientras que Villarroel y Miranda por dos temporadas; informó el club cochabambino en sus redes sociales.
Oriente también hizo noticia, el viernes firmó con Mauricio Soria, su nuevo director técnico y con el guardameta Rómel Quiñónez; este lunes aseguró el regreso del atacante José Alfredo Castillo, ex Guabirá.
En su presentación, el goleador dijo sentirse contento por volver a un club que lo cobijó en años anteriores y que llega con la meta de ser campeón y consagrarse como goleador del conjunto “refinero”.
“Es muy importante para mí como para el hincha de Oriente, es una alegría inmensa volver a casa agradecer a la dirigencia y feliz de estar en casa. Dios quiera que el próximo año tenga para Oriente muchos triunfos. El objetivo principal es poder ser el goleador histórico del club pero principalmente que oriente pueda salir campeón”, enfatizó Castillo en la conferencia de prensa realizada en la sede del equipo cruceño.
La Razón