El cepo al dólar y las restricciones cambiarias complican la situación del mercado de divisas en Argentina. El acceso a los billetes verdes se complica y, ante un escenario de inflación que no da tregua, el peso argentino se deprecia cada vez más. Sin embargo, en Bolivia, la situación es completamente distinta. De tal modo que los habitantes de La Quiaca, la ciudad que limita con el país vecino, se refugian en el peso boliviano como forma de hacerle frente a los desaires de la economía local.
El fenómeno viene ocurriendo desde hace años, pero en el último tiempo, la modalidad se convirtió en tendencia. Habitantes de la zona del extremo norte de Argentina, lindantes con Bolivia, adquieren el peso boliviano y lo aceptan para las operaciones comerciales. Es posible ir a un negocio de La Quiaca y pagar con la moneda del país vecino.
Ante la devaluación y los saltos en la economía argentina, Bolivia viene demostrando ser un ejemplo en materia de rumbo económico. Niveles de inflación prácticamente nulos y una moneda local fuerte, son la más clara muestra de por qué los argentinos miran con cariño al peso boliviano, como refugio de valor por la inflación y las restricciones a la compra del dólar legal.
El dólar
Este fenómeno se manifiesta en Jujuy, especialmente en las zonas de frontera que unen La Quiaca-Villazón; en Salvador Mazza; Pocitos-San José de Pocitos; y en Salta, por Aguas Blancas-Bermejo. El peso boliviano es fuerte. Hoy en día, 1 Bs equivale a $25 argentinos. Hace 10 años, $2 argentinos equivalían a 10 Bs.
Desde noviembre de 2011, el peso boliviano mantiene una relación con el dólar por la cual US$1 es igual a 6,96 Bs. La brecha del país vecino es de 10 centavos entre el dólar para la compra y la venta, donde el primero opera a $b6,86 y el segundo a $b6,96. En el mismo período, mientras tanto, el peso argentino se devaluó desde los $4,09 por dólar hasta los $273 actuales, tomando la cotización del blue.
En la línea temporal de evolución del precio del dólar en Bolivia, ya en 2017, US$1 se conseguía a 6,81 pesos bolivianos. En la actualidad, un dólar se consigue a 6,87 Bs, es decir, que en apenas cinco años, con una crisis política en el vecino país, sumado a los efectos de la pandemia, la divisa norteamericana se depreció tan solo 6 centavos.
La inflación
Los comerciantes de las zonas argentinas de frontera con Bolivia advierten que se trata de un proceso cíclico: frente a la debilidad de la moneda nacional, también crece la demanda de pesos bolivianos para comprar bienes en Argentina. Tanto es así que en nuestro país, pueden adquirir todo tipo de productos hasta un 50% más baratos. Esto hace que reciban con los brazos abiertos a aquellos consumidores que paguen en la moneda boliviana.
Del otro lado de la frontera, la escena es totalmente distinta. En Bolivia rechazan los pesos argentinos, o bien los aceptan a un tipo de cambio muy poco conveniente.
La inflación interanual de Bolivia, tomando como referencia el período mayo 2021 – mayo 2022, fue de 1,43%. En ese mismo lapso, Argentina acumuló un 60,7%. Como la mayor parte de los alimentos y las bebidas son parte del intercambio en el comercio exterior, las devaluaciones reales de Chile y Perú y los precios distorsionados de la Argentina, incidieron a la baja en la inflación boliviana.

Los ciudadanos bolivianos cruzan a Argentina para comprar todo tipo de productos: grasas, aceites, bebidas, neumáticos, tecnología y artículos higiénicos. Alejandro Bustamente, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Jujuy, coincide en que “el tipo de cambio favorece a Bolivia”. “Nuestra moneda está bastante depreciada y para los bolivianos es conveniente comprar en Argentina alimentos como harinas y fideos. Pasan camiones enteros con mercadería”, explicó en una nota a la agencia Bloomberg.
El peso boliviano como refugio contra la inflación y el cepo al dólar
En el último tiempo, se advierte que muchos de los ciudadanos ahorran en pesos bolivianos porque cuesta conseguir dólares. Muchos optan por comprar la moneda del país vecino, por lo que su demanda aumentó de forma considerable.
Hoy en día, un peso boliviano equivale a 33 pesos argentinos. De este modo, tras los últimos incrementos de la divisa norteamericana en el mercado paralelo, cada vez más demandada ante las restricciones cambiarias en el mercado local, el precio que se podía encontrar era del de $1 a 0.030 Bs.
La zona de frontera entre Argentina y Bolivia tiene, históricamente, un tráfico comercial alto. De un lado y del otro, los “bagayeros” llevan y traen mercadería de todo tipo. La gente humilde no puede comprar dólares, entonces el peso boliviano es el refugio para comprar más barato.
Tomado de Ámbito



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