El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo este lunes que pretende convertir la educación en una de las prioridades de su Gobierno para enfrentar el abandono al que fue sometida por su antecesor, el ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022), que llevó a miles de niños a desistir de estudiar.
«Entre tantos males que esos últimos años de desgobierno trajeron al país, uno de ellos me llenó de tristeza: la cantidad de niños y adolescentes pidiendo limosna en los semáforos cuando deberían estar en la escuela», aseguró el líder progresista en un discurso en una ceremonia oficial en el Palacio presidencial de Planalto.
Según el dirigente del Partido de los Trabajadores (PT), los alumnos que abandonaron la escuela en los últimos años, principalmente después de la pandemia de la covid-19, tienen su futuro comprometido por falta de educación y de oportunidades.
«No descansaremos hasta que convirtamos a la educación en una inversión necesaria para el futuro de Brasil», aseguró Lula en la ceremonia en la que sancionó un proyecto que pretende elevar en cerca del 70 % el número de alumnos brasileños inscritos en escuelas públicas que ofrecen tiempo integral (más de siete horas lectivas).
El programa se propone brindar escuela en tiempo integral a un millón de nuevos alumnos en su primer año y a 3,25 millones hasta el final del tercer mandato presidencial de Lula, en diciembre de 2026.
De esa forma elevará el número de alumnos inscritos en escuelas con tiempo integral de los actuales 5,3 millones hasta unos 8,55 millones en 2026, para cumplir la meta de que el 50 % de las escuelas públicas ofrezca esta modalidad y que el 25 % de los alumnos del país de educación primaria se beneficie de la misma.

«Si la democracia sufrió un ataque el 8 de enero, la educación sufrió ataques permanentes en los últimos seis años. Y no sólo por la reducción del presupuesto sino por la diseminación de mensajes de odio contra profesores y escuelas», dijo en referencia a la intentona golpista promovida hace casi siete meses por miles de «bolsonaristas».
El líder progresista afirmó que los miles de niños sin escuela simbolizan el abandono a que fue sometido Brasil en la gestión de Bolsonaro y fue uno de los motivos que lo llevaron a disputar la presidencia nuevamente.
«Porque era necesario acabar con el hambre en Brasil, generar nuevos empleos, retomar los programas sociales abandonados y convertir la educación nuevamente en una de las prioridades del país», agregó.
Según Lula, tan sólo con la universalización de la educación y con educación de calidad en las escuelas públicas será posible alcanzar una sociedad más justa.
«Para que los niños de las familias pobres tengan las mismas oportunidades que los de los ricos hay que ofrecerles las mismas condiciones de educación. Sólo así será posible combatir la desigualdad social en la raíz», dijo.
Según el mandatario, la escuela pública de calidad también permitirá que las familias de clase media que actualmente gastan la tercera parte de sus salarios pagando escuelas particulares vuelvan a matricularlos en las públicas.
EFE



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