Un presunto intento de espionaje chino en Reino Unido eleva las posturas más duras contra Beijing
Se prenden las alarmas en el Gobierno británico, luego de que esta semana se diera a conocer la detención en marzo pasado de dos aspirantes a parlamentarios, sospechosos de espiar para China. El hecho ha llevado a que una parte del Gobierno de Rishi Sunak se plantee la designación formal de Beijing como una amenaza para la seguridad nacional.
El servicio de seguridad británico MI5 advirtió al Partido Conservador de Reino Unido que dos aspirantes a parlamentarios podrían ser espías chinos, según ratificó este miércoles 13 de septiembre la ministra de Salud, Maria Caulfield.
«Se advirtió al Partido Conservador, se tomaron medidas rápidas y fueron eliminados de la lista. No se presentarán a las elecciones», aseguró Caulfield a ‘Times Radio’.
Sus declaraciones se produjeron tras un informe del diario ‘The Times, el cual indicó que el MI5 expresó su preocupación de que la pareja de sospechosos tuviera vínculos con el Departamento de Trabajo del Frente Unido del Partido Comunista chino, un organismo encargado de influir en la política y la opinión global.
«Se dejó muy claro que representaban un riesgo», aclaró el informe del diario, citando a una fuente anónima.
Ambos señalados fueron detenidos bajo sospecha de delitos previstos en la Ley de Secretos Oficiales y quedaron en libertad bajo fianza hasta octubre, en espera de nuevas investigaciones.
PM conveys to China ‘significant concerns’ about interference in UK parliamentary democracy – No 10 https://t.co/Q3fUm2Ze7q
Según la prensa británica, uno de los detenidos fue identificado como Chris Cash, de 28 años. Justamente, el hombre formaba parte del equipo de trabajo del Grupo de Investigación sobre China, un equipo encabezado por parlamentarios conservadores, especializado en la elaboración de políticas para prevenir la influencia del gigante asiático en territorio británico.
Pese a que los sospechosos no tenían acceso a información confidencial, el hecho enmarca vacíos en la protección de las instituciones británicas ante posibles acciones de espionaje.
Y por este caso, parte del gabinete del primer ministro Rishi Sunak propone designar formalmente a China como una amenaza para la seguridad nacional.
Si esa medida llegara a ser adoptada por Londres, todo aquel que trabaje directa o indirectamente para Beijing estaría obligado a informarlo ante las autoridades británicas. De lo contrario, se expondrían a posibles penas de hasta cinco años de cárcel.
Beijing rechaza las acusaciones de espionaje contra Londres
El Gobierno chino ha negado categóricamente los señalamientos. El incidente ha desatado una tormenta política que amenaza de hecho las relaciones entre los dos países.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Mao Ning, manifestó en una conferencia de prensa del pasado lunes 11 de septiembre que «la supuesta afirmación de que su nación está llevando a cabo actividades de espionaje contra Reino Unido es pura invención».
«Instamos a Reino Unido a que deje de divulgar desinformación y detenga su manipulación política contra China y sus calumnias maliciosas (…) China se opone resueltamente a esto», sostuvo Mao.
«Interferencia» en la democracia británica
El caso que se conoció públicamente en los últimos días llevó al primer ministro británico Rishi Sunak a advertir personalmente al premier chino, Li Qiang, sobre «interferencia» del gigante asiático en la democracia.
Al actualizar al Parlamento sobre su visita a la cumbre del G20 en India, Sunak aseguró que los parlamentarios estaban, «con razón, consternados por los informes de espionaje en este edificio».
«Fui enfático con el primer ministro Li en que las acciones que buscan socavar la democracia británica son completamente inaceptables y nunca serán toleradas», añadió sobre su enfrentamiento con Li, al margen de una reunión en Nueva Delhi.
No obstante, el exlíder conservador, Iain Duncan Smith, quien ha sido sancionado por Beijing, calificó el enfoque de «débil». «El resultado es que China está penetrando en todas nuestras instituciones, desde las universidades hasta el Parlamento», denunció.
Las preocupaciones sobre China han ido creciendo en Reino Unido en los últimos años, incluso cuando Londres mira hacia la región del Indo-Pacífico en busca de nuevos negocios y oportunidades comerciales después de abandonar la Unión Europea.
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El Secretario de Asuntos Exteriores, James Cleverly, visitó Beijing el mes pasado, luego de que un comité parlamentario británico calificara a la nación asiática de «amenaza».
«El comportamiento del Partido Comunista chino se caracteriza actualmente por una mayor agresión» hacia Reino Unido, detalló el comité de inteligencia y seguridad.
Los servicios de seguridad británicos advirtieron el año pasado a los parlamentarios que un presunto espía chino había participado en «actividades de interferencia política».
Existen algunos antecedentes sobre las tensiones entre las dos partes por presunto espionaje chino.
En 2020, Reino Unido ordenó la eliminación gradual de la empresa china de telecomunicaciones Huawei de su red 5G (incluida la inteligencia nacional) después de la presión de los parlamentarios liderados por Duncan Smith, que calificó a la empresa de ser un brazo del Partido Comunista.
En marzo, Tik Tok, la aplicación de vídeo de propiedad china, fue prohibida en los dispositivos de trabajadores del Gobierno británico, por temor a que los funcionarios de Beijing pudieran utilizar o abusar de los datos de los usuarios.