La captura del expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández (2014-2022), cuya extradición reclama EEUU por cargos de narcotráfico, sirve de aviso para otros en Latinoamérica, dijo ayer el presidente del Comité de Exteriores del Senado estadounidense, el demócrata Bob Menéndez.
“Espero que envíe a otros en el hemisferio y no solamente en Centroamérica el mensaje de que no puedes actuar con impunidad y salirte con la tuya”, manifestó Menéndez, una de las figuras más influyentes en la política exterior de Estados Unidos.
El senador consideró que el arresto de Hernández muestra que “nadie está por encima de la ley” y avisó de que, si uno comete actos de corrupción que afectan a EEUU, debe saber que está “al alcance” de las fuerzas de seguridad estadounidenses.
A principios de mes, Menéndez reclamó al Gobierno de Joe Biden que impusiera sanciones sobre Hernández debido a que fiscales de Nueva York ya le habían vinculado con actividades de narcotráfico a raíz del enjuiciamiento de su hermano Juan Antonio “Tony” Hernández, condenado a cadena perpetua, más otros 30 años de cárcel.
En concreto, Menéndez exigió que se revocara “inmediatamente” cualquier visado de entrada a EEUU que pudiera tener Hernández y que se le impusieran sanciones económicas al considerarle un “importante narcotraficante extranjero” al amparo de la conocida como Ley de Cabecillas.
Hernández, quien el 27 de enero pasado concluyó ocho años de mandato, fue arrestado el martes en su casa en Tegucigalpa en una operación dirigida por la Policía Nacional en coordinación con agencias estadounidenses, entre otras la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, en inglés).
Ayer en la mañana el exmandatario fue llevado ante la Corte Suprema de Justicia, que debe valorar su extradición.
Allí, fue notificado de los cargos en su contra y se ordenó que permanezca en prisión provisional. Su próxima audiencia quedó fijada para el 16 de marzo.
La Justicia estadounidense vincula a Hernández, quien gobernó Honduras entre 2014 y 2022, con delitos del narcotráfico.
Y aunque el pedido de extradición tomó por sorpresa a algunos hondureños, los señalamientos y sospechas sobre el exmandatario llevan varios años flotando en el ambiente.
En 2018, el hermano de Hernández, Juan Antonio, quien era diputado nacional, fue capturado en Miami acusado también de crímenes relacionados con el narcotráfico.
En marzo de 2021 fue hallado culpable del tráfico de 150 toneladas de cocaína desde Honduras hacia EEUU y condenado a cadena perpetua.
Fue a partir de este vínculo familiar directo que las sospechas alcanzaron al expresidente. Sin embargo, Hernández ha rechazado estos señalamientos en el pasado y ha asegurado que durante su gobierno se dedicó a combatir el negocio ilegal de drogas.
Tomado de EFE