El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, que en octubre aspirará a la reelección, animó a las mujeres a armarse como solución para evitar posibles abusos sexuales cuando viajan solas.
“Viajando solas por ahí, creo que un arma les ayudaría a defenderse, si aparece algún graciosillo”, afirmó el mandatario, favorable al uso de armas de fuego entre la población civil, en un almuerzo con un grupo de mujeres, en Sao Paulo.
Bolsonaro cumplió una agenda en la capital paulista, un día después de lanzar oficialmente su candidatura para las elecciones del próximo 2 de octubre, para las que, según todos los sondeos, se sitúa en segundo lugar, por detrás del exgobernante Luiz Inácio Lula da Silva. En el acto de proclamación de su candidatura, que se celebró en Río de Janeiro, el jefe de Estado apeló especialmente al electorado joven y femenino, que reforzó con un discurso pronunciado por la primera dama, Michelle Bolsonaro.
Este lunes, el líder ultraderechista, muchas veces acusado de mantener posiciones homófobas, machistas o racistas, aseguró que su Gobierno “se preocupa” por la igualdad de género. “Sabemos que ustedes son diferentes para mejor (…) Tienen mucha más sensibilidad que nosotros”, expresó Bolsonaro ante un público mayoritariamente femenino.
El gobernante, que entre los 23 integrantes de su gabinete tiene actualmente a una sola mujer, defendió que, bajo su mandato, hubo “récord” de operaciones contra acusados de violencia de género. Asimismo, destacó la caída de los homicidios, que, según él, se debe a sus políticas de flexibilización de las armas de fuego, aunque grupos expertos en seguridad también mencionan otros factores, como la menor circulación de personas por la pandemia de coronavirus y la reducción de los conflictos entre bandas criminales.
Por otro lado, el capitán retirado del Ejército insistió en que “nadie quiere ideología de género” en las escuelas para los niños y niñas “a partir de seis años de edad”, algo que, a su juicio, “es un crimen”. También, criticó la liberación de las drogas, que, según él, promoverá Lula, su mayor adversario político, si llega al poder.
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