Una mujer de 28 años, identificada como Audrey Haley, disparó ayer dentro de una escuela de Nashville (Tennessee, Estados Unidos), acabando con la vida de tres niños y tres adultos en un suceso cuyas motivaciones aún se desconocen.
Haley fue abatida en el interior del colegio por la Policía, que señaló que el ataque armado contra el colegio privado cristiano Covenant, situado en el área de Green Hills, en Nashville, fue premeditado.
Los tres menores de edad fallecidos son Evelyn Dieckhaus, Hallie Scruggs, y William Kinney, todos ellos de nueve años; mientras que los adultos que perdieron la vida son Katherine Koonce, de 60 años, Mike Hill, de 61 años, y Cynthia Peak, también de 61.
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Los agentes acudieron a la escuela alrededor de las 10:30 hora local. Luego de acceder a la primera planta, los agentes oyeron disparos provenientes de la segunda y decidieron subir.
Allí se encontraron con la atacante que estaba disparando en un vestíbulo y dos efectivos abrieron fuego contra ella, que había accedido al edificio por una puerta lateral después de haberla abierto a tiros, según medios locales.
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La agresora, que no tenía antecedentes penales y que fue descrita por las autoridades como “transgénero”, llevaba consigo dos rifles de asalto y una pistola de mano.
Las autoridades han registrado la vivienda de Haley, de raza blanca, donde residía con sus padres, y encontraron allí planos del colegio donde estaban marcados detalles como las entradas y la ubicación de las cámaras de seguridad.
Según la Policía, la sospechosa había sido alumna en la escuela Covenant, que acoge a alumnos desde preescolar hasta el sexto grado, es decir, unos 11 años.
El presidente estadounidense, Joe Biden, condenó el ataque y subrayó que hay que hacer “más” para proteger los centros educativos de la violencia con armas.
“Debemos hacer más para proteger nuestras escuelas de forma que no se conviertan en prisiones. Pido al Congreso de nuevo que apruebe mi prohibición a las armas de fuego”, dijo el mandatario al inicio de una cumbre en Washington sobre mujeres emprendedoras.
En lo que va de año, se han reportado al menos 30 incidentes con armas de fuego en escuelas en Estados Unidos, que han dejado ocho muertos y 23 heridos, de acuerdo con datos de la organización Everytown for Gun Safety.
El tiroteo de este lunes, no obstante, desafía una estadística recurrente en EEUU, según la cual la mayoría de los tiroteos son perpetrados por hombres.
De los 172 ataques con armas de fuego estudiados desde 1996, solo cuatro de ellos fueron llevados a cabo por mujeres, según datos del centro de investigación The Violence Project.
La anterior semana, decenas de víctimas de tiroteos en Estados Unidos se reunieron frente al Capitolio para compartir sus experiencias y exigir a las autoridades que pongan freno de una vez al comercio de armas de asalto. “Las armas no son más importantes que las vidas”, dijo Kimberly Rubio, madre de Lexi, asesinada en mayo del año pasado en el tiroteo en un colegio de primaria de Uvalde (Texas).
Con la voz rota, esta mujer explicó que viaja regularmente a Washington porque no quiere dejar pasar “ni una oportunidad” de contar la historia de su hija. “Que actúen de una vez por todas. Esta situación es como una bofetada. ¿Lo de mi hija no fue suficiente para que hagan algo?”, expresó.
Como Kimberly, varios familiares de víctimas se encontraron en el centro de la capital estadounidense, donde hoy hace cinco años transcurrió la masiva manifestación “March for Our Lives” en respuesta a otro tiroteo en un centro educativo, el de Parkland (Florida) de 2018.
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Agencias