Agua para vivir bien, así se denomina el plan del nivel central para contrarrestar los problemas de escasez de agua en el país, tanto para el consumo humano como para riego.
Según el viceministro de Agua, Bernardo Nina, en lo que va de la gestión de Luis Arce se han realizado inversiones importantes, más de Bs 8.200 hasta la fecha, para resolver el déficit de agua, y también las demandas de saneamiento y riego.
El viceministro especificó que en la gestión 2022- 2023 el Estado ha invertido aproximadamente más de Bs 100 millones en un plan de acción para atención de sequía; Indicó que, junto al Ministerio de Desarrollo Rural y Tierra y otras instancias estatales, invirtieron en aperturas de brechas, tanques de almacenamiento, cisternas, politubos y motobombas para socorrer a los 293 municipios que se declararon en emergencia en ese periodo.
Nina indicó que dentro este programa Agua para vivir bien, el Gobierno ha desarrollado planes maestros metropolitanos de agua, saneamiento para La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Tarija, Potosí y Sucre; se preparan otros para Trinidad y Cobija.
Explicó que ha recibido aproximadamente 500 proyectos por año, de los cuales, solo 30 son factibles. «Eso quiere decir que muchos son enviados para su cofinanciamiento, por parte de muchos municipios del país, que carecen de capacidad técnica para solucionar el tema», apuntó.
Asimismo, como Viceministerio solicitó que estos municipios hagan llegar su demanda al Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA), para que se puedan hacer las acciones correspondientes, de forma coordinada con todas las instancias pertinentes.
Recordó que es competencia de los municipios la atención de agua y saneamiento, de manera que las comunidades que tengan necesidades, primero deben hacérselas conocer a los gobiernos municipales y estos elaborar un informe para determinar si ellos solos podrán resolverlas o si necesitarán ayuda del Estado.
Sobre las medidas que toma el Gobierno frente a la sequía en los municipios del país indicó que son “reactivas”.
«Nosotros, de manera reactiva, estamos coordinando con los municipios, en cuanto estos se van declarando en situaciones de emergencia (…) Las medidas que estamos tomando son aquellas en las que los municipios sobrepasan sus capacidades (técnicas y económicas). Así se declaran en emergencia (..) Pero el tema competencial es importante; los municipios deberían prever esas condiciones, en el entendido que el Estado ya marcó esta pauta con reglamentos que especifican que los proyectos tienen que ser (estar) lejos de las franjas de seguridad”, expuso Nina.
Luego explicó que, en cuanto un municipio se declara emergencia o en desastre: «Estamos previstos a brindar esa colaboración; llamamos a todos los municipios que hagan una acción conjunta, nos informen cuál es su situación, para que nosotros podamos realizar esta atención. Esta información obedece a un informe técnico que ellos tienen que emanar para que nosotros, de manera efectiva podamos coordinar acciones».
Otro tipo de problemas

En Oruro, más que la escasez de agua, uno de los problemas serios tiene que ver con la contaminación del agua, específicamente en el ayllu San Agustín de Puñacas, donde con ayuda de organizaciones, los comunarios encontraron cadmio, arsénico, mercurio y otros metales en e líquido vital que consumen.
Hace una semana, en el ayllu estuvieron representantes del Ministerio de Salud y Deportes, del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, y otros funcionarios, que no lograron dar solución al problema.
Sugirieron al ayllu pedir pozos, pero dijeron que había una lista larga, y que probablemente tendrían que esperar un año.
Esto sucedió en el municipio Poopó, al que pertenece el ayllu, y también ante la presencia de representantes de varios medios de comunicación y de personal de la ONG Cenda.
El Deber



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