La filtración de un audio del jefe del MAS, Evo Morales, intensificó la pelea interna entre “evistas” y “renovadores” que no se ahorran adjetivos calificativos como “dictador” o “sinverguenza”.
El diputado del ala renovadora, Rolando Cuéllar, calificó de “dictador” a Morales porque permanece ocho años en el cargo de jefe del MAS, impone candidaturas y no rinde cuentas de los millonarios aportes de los militantes.
“El audio es auténtico y no es manipulado, por eso no nos va temblar la mano para procesar al dictador Evo Morales, tenemos especialistas en acústica forense donde dice claramente la autentticidad del audio, no vamos a permitir que a título de expresidente cometa delito de conspiración contra nuestro gobierno” afirmó Cuéllar en una entrevista con la red Uno.
Después anunció que la denuncia y la prueba de que la grabación es auténtica serán entregados al Ministerio Púbico para que Morales sea investigado y refirió que las bases del MAS estarían esperando al exmandatario con ansias para expulsarlo después de “chicotearlo” (dar azotes).
En el audio que circula en las redes sociales, Morales conversa con un grupo de personas y comenta: “Cómo van a revocar al Lucho, las bases, como van a revocar al Lucho, la gente pregunta a la base, donde voy al campo, no solamente en el trópico o Cochabamba”.
“Hasta cuando vamos aguantar al Lucho, en el campo es generalizado, hasta cuando vamos aguantar al Lucho, que está haciendo, cuando vamos a sacar al Lucho”, complementa después.
El diputado “evista”, Gualberto Arispe, explicó que en el audio filtrado no se escucha una parte en la que Morales habría dicho que aguantarán al presidente Arce hasta que concluya su mandato constitucional.
“En el informe, (él) no está incitando sino está descargando, creo que este tema de revocatorio tiene su contexto muy aparte y tendríamos que discutirlo si hablan de revocatorio, ese tema llega al Legislativo, yo creo que hay que hacer seguimiento a las reuniones que hemos tenido”, afirmó.
Sin embargo el debate por la filtración de la grabación llevó a abordar temas como la falta de renovación en el liderazgo en el partido que no convocó a un congreso para la elección de la nueva dirigencia.
Cuéllar consideró que se trata de una minoría de dirigentes que no quiere aceptar que comenzó la renovación en el MAS y que es hora de que Morales rinda cuentas de sus “dedazos” en las candidaturas subnacionales que llevaron al fracaso del partido como en El Alto donde se negó la postulación de Eva Copa.
También demandó la rendición de cuentas de los aportes económicos realizados por los militantes del MAS porque, según dijo, hasta ahora no hubo tal informe.
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