La apuesta del expresidente Evo Morales para retomar el poder político del país incluye “una estrategia de desgaste” del gobierno de Luis Arce, con una fórmula aplicada hace 18 años en la gestión de Carlos Mesa, sostuvo Marcelo Arequipa, doctor en Ciencia Política por la Universidad Autónoma de Madrid.
“La estrategia de Evo Morales es revivir ese escenario para tenerlo al presidente Arce como si fuera un Carlos Mesa”, remarcó el especialista este miércoles en el programa Influyentes, que se emite a través de EL DEBER Radio.
“Cuando Mesa fue presidente del país, Evo lo tenía todo el tiempo arrinconado y condicionó su apoyo en el Legislativo hasta el momento en el cual Mesa explota en un discurso de renuncia”, remarcó.
Arequipa aclaró que la estrategia de Evo se desarrolla en un escenario de correlación de fuerzas distintas, pues no tiene la misma fuerza de representación política en el Legislativo como en 2005 ni el control de los sectores sociales movilizados.
“La diferencia es sustancial porque Morales no tiene todo el control de la calle en el campo multi-organizacional y este campo no son sólo las organizaciones sociales del MAS, son también los movimientos cívicos, especialmente, el Comité Cívico Pro Santa Cruz”, remarcó el especialista.
El MAS logró en los comicios de 2002, el 20,94% de los votos y con ocho senadores; 43 legisladores en total fue la segunda fuerza política detrás del MNR que había logrado el 22,46% de los votos. El MIP de Felipe Quispe tenía una fuerza de 6.09% de los votos.
Entre 2001 y 2005 Morales junto con líderes de varias organizaciones de izquierda promovieron desde las calles la reforma de la constitución y la nacionalización de los hidrocarburos. El MAS llegó al poder en 2006 con esa agenda política.
Arequipa señaló que las condiciones no son las mismas en estos momentos, pero señaló que la estrategia de Morales apunta llevar a Arce a un debate sobre las política económica, incluyendo la reducción del gasto fiscal. En lo político, dijo, intenta mostrar que Arce estaría traicionado los principios antineoliberales. “Esto le da vigencia en el discurso a Evo Morales”, afirmó.
Eso sí, el politólogo hizo notar que Arce no dio “una respuesta activa” al conflicto que hay en el MAS y su agenda visible está enfocada en su gestión.
En la práctica, el MAS tiene dos bancadas en la Asamblea Legislativa. Por una parte, están los legisladores que respaldan el plan de Morales de volver al poder y, por otro lado, aquellos que defienden la gestión de Luis Arce.
La colisión se refleja en los seis préstamos internacionales por un total de $us 1.402 millones que están estancados en el Senado. El lunes se aprobó un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para la refacción de los aeropuertos de Tarija y Uyuni (Potosí), pero fue con el apoyo de Comunidad Ciudadana (CC).
En ese estado está también la ley del oro que no ha podido vencer el debate legislativo. Con la norma, el Gobierno prevé mejorar los indicadores de las reservas internacionales del país.
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El martes, a senadora Virginia Velasco, de la facción “renovadora” del presidente Luis Arce, y su colega Hilarión Mamani del ala “evista” se reclamaron en público por esta falta de consenso y los conflictos sociales que reclaman obras de infraestructura en varias regiones del país, pero especialmente en Potosí.
Tomado de El Deber
