El voto es unánime. Los ‘arcistas’ y ‘evistas’ del MAS, así como los opositores coinciden en que el gran ausente en la Asamblea Legislativa es el vicepresidente del Estado, David Choquehuanca.
El proyecto de ley de preselección de postulantes para los comicios judiciales, aprobado en Senadores y estancado en Diputados desde hace tres semanas, ha paralizado al Legislativo y todos apuntan al segundo mandatario. Hay 25 proyectos de ley que están en la lista de espera sólo en la Cámara Baja. El ‘jilata’ Choquehuanca está en otras actividades. El viernes y sábado participó, por ejemplo en Cuba, de la Cumbre del G77+ China que debatió una agenda vinculada al papel de la ciencia, la tecnología y la innovación en el desarrollo.
El senador William Tórrez, del ala ‘evista’ del MAS, evaluó que Choquehuanca nunca manejó una agenda de prioridades. “No impulsó la ley para allanar las elecciones judiciales. Si bien corresponde al presidente de Diputados, hay una inacción del presidente nato”. Ni siquiera una huelga de hambre de más de una semana lo movió a intervenir, criticaron otros ‘evistas’ como Freddy Mamani.
Torrez calificó a Choquehuanca como “el gran ausente, no hay un trabajo efectivo. Eso es muy notorio”, apuntó.
Su colega del ala ‘arcista’ Félix Ajpi señaló que “no se puede ocultar una realidad que es absolutamente notoria, la gran ausencia y vacío que existe por la falta de un trabajo efectivo del vicepresidente Choquehuanca en la Asamblea. Eso nos ha dificultado el trabajo desde el inicio, pero ya nos hemos organizado cada cámara por su cuenta, y a veces tenemos que empujar con presión a que se reúna la Asamblea”.
El senador Ajpi admitió que se ocupa de “algunas cosas, pero nunca como lo hacía su antecesor Álvaro García Linera, que definía todo. Dentro del Órgano Ejecutivo es un apoyo intelectual y filosófico, me imagino que ahí está su aporte, pero en otro lado, cero a la izquierda en el Legislativo”.
Aseguró que ha realizado una labor ideológica en distintos puntos del país, una labor política con el objetivo de posicionar como candidato a Luis Arce y alejar a Evo Morales como su adversario.
Este medio intentó conseguir su contraparte. Se envió un cuestionario a la Vicepresidencia, pero no respondió. Su oficina conoció el enfoque de este reportaje, y aseguró que a su retorno de la misión a la que asistió y en la que reemplazó al presidente Luis Arce, en Cuba, opinará al respecto.
El analista político Gregorio Lanza dijo que cumplió con un rol de “construir una base indígena de Arce, en detrimento de Evo Morales, pero en la medida en que se mantenga el alejamiento con la clase media, perjudica a un reposicionamiento del presidente, si quiere tener perspectivas al 2025”.
Ingvar Ellefsen (CC), segundo vicepresidente de Diputados, señaló que en ese caso el ‘vice’ ha citado a oficialistas y opositores a su oficina para supuestamente allanar las elecciones judiciales, pero ha sido incapaz de generar consensos para lograrlo. “Choquehuanca ha perdido su papel real de vicepresidente, no ha pasado de discursos rimbombantes del ala izquierda o derecha de un cóndor. Debía convocar a la Asamblea para tratar, por ejemplo, el caso del contralor, que se arrastra hace más de un año y él nunca ha concertado con nadie”, manifestó.
Está pendiente en Diputados el tratamiento de la aplicación normativa sobre la interpelación y los efectos de la censura. Todas ellas fueron suspendidas por una acción judicial interpuesta por el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, a la que se plegaron varios ministros, lo q ue causó enorme malestar contra Choquehuanca.
La diputada María René Álvarez, de Creemos, aseguró que “es el gran ausente, pero además el cómplice del no funcionamiento de la Asamblea Legislativa”.
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Lo acusó de no cumplir el reglamento como tal. “Fue parte del encubrimiento para no fiscalizar a los ministros del Ejecutivo, no se ha conformado la Comisión de Ética, ni otras mixtas para investigar hechos concretos. Incluso, se ha permitido cambiar el orden de llegada de las solicitudes de interpelación en la Asamblea. Por eso es el mayor responsable de que el Legislativo pierda la calidad de primer poder del Estado y que no funcione”.
William Tórrez coincidió con Álvarez en que “las interpelaciones que se arrastran hace más de un año ya tendrían que haberse desarrollado y eso no ocurrió por su culpa. Eso es dejadez, es una figura casi decorativa y no responde a las exigencias del cargo”.
Ellefsen opinó también que quedaron una gran cantidad de interpelaciones. “No entiendo por qué nunca las convocó, hay un retraso de años, y tampoco se reúne con los interpelantes. Ha llegado al colmo cuando se buscó interpelar a ministros que fueron cesados en sus funciones, y acudió a la petición del reemplazante, haciéndonos perder el tiempo”, lamentó.
El Deber
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