Según la normativa y a un documento al que accedió ayer EL DEBER, la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) también sería responsable de lo ocurrido el 10 de marzo en el aeropuerto de Chimoré.
Este medio tuvo acceso a una carta enviada por el actual director de la DGAC, Celier Arispe, a Aasana, en la que le señala que el aeropuerto de Chimoré sería operable desde el 31 de mayo de 2021, solamente si se subsanaban ocho observaciones, caso contrario, se iban a suspender las operaciones de aviación civil en esa terminal.
En la carta se codifica al aeropuerto como 4B en índice de riesgo de acuerdo a la tabla de aceptabilidad de riesgos, que está dentro de lo que es el sistema de gestión de seguridad operacional-SMS.
La calificación 4B implica “Riesgo Alto”, según ese documento de la DGAC, y sugiere la siguiente precaución: “Asegúrese que la evaluación del riesgo se ha completado satisfactoriamente y que se han aplicado controles preventivos. Se requiere la aprobación de la evaluación del riesgo por parte de la de la alta gerencia antes del inicio de las operaciones”.
Cuando se le preguntó al ministro de Obras Públicas, Édgar Montaño, si es que solamente el director de Aasana era responsable de lo ocurrido y no se procesaría a nadie más, respondió que “con seguridad la auditoría nos dirá quiénes más participaron en estos actos irregulares, pero será en su momento”.
Aasana estableció el uso del aeropuerto de Chimoré a través de un Notam (acrónimo inglés de Notice To Airmen. Aviso presentado a las autoridades de aviación para alertar a los pilotos de la aeronave de posibles peligros a lo largo de una ruta de vuelo o en un lugar que pueda afectar a la seguridad del vuelo), emitido el 9 de marzo, señala que puede haber tránsito aéreo. Sin embargo, la entidad encargada de la autorización y fiscalización y de verificar si este Notam era ejecutable era precisamente la DGAC.
Según sus atribuciones, debe garantizar la seguridad operacional. El decreto supremo 28478, dice que la DGAC debe encargarse, de acuerdo al Reglamento de Faltas y Sanciones, la Reglamentación Aeronáutica Boliviana y la Ley de la Aeronáutica Civil de Bolivia, de procesar y sancionar, en cada caso, las faltas aeronáuticas, infracciones, contravenciones, incumplimiento y violaciones de las normas y disposiciones vigentes en materia de aeronáutica civil, con fines de prevención.
Luego, aprobar y fiscalizar los planes conducentes al establecimiento de Aeródromos y Servicios para la Navegación y Tránsito Aéreo, ejerciendo el control y supervigilancia de los mismos.
Si es que Aasana emite un Notam, la DGAC debe estar al tanto e impedir que se procese porque el aeropuerto no tiene la seguridad.
El ministro Montaño manifestó que se procesará al exjefe de Aasana por incumplimiento de deberes y por infringir el artículo 191 de la Ley de Aeronáutica Civil, que advierte que será sancionado con pena privativa de libertad de uno a seis años la persona que realice cualquier acto que ponga en peligro la seguridad de un aeródromo, de un aeropuerto o de la circulación aérea.
Hechos
PILOTO
Celier Arispe, actual director general de la DGAC, fue piloto del expresidente Evo Morales.
MINISTERIO
Expertos dijeron que además de la DGAC, el Ministerio de Gobierno debe explicar por qué no movilizó a un mayor contingente de la fuerza antidroga.
ACCIONES
El ministerio de Obras Públicas inició un proceso penal contra el exdirector de Aasana, Ronny Balderrama, por la presunta comisión de dos delitos.
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