La organización de narcotraficantes que envió un cargamento de 478 kilos de cocaína a España, en un vuelo de la estatal Boliviana de Aviación (BOA), contó con el apoyo o burló al personal de al menos cuatro instancias dependientes del Gobierno, de acuerdo al análisis de la criminalista Gabriela Reyes, quien fue parte del Proyecto de Comunicación Aeroportuaria (Aircop), dependiente de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (Unodc) y funciona en Bolivia bajo tuición del Ministerio de Gobierno.
El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, y el fiscal departamental de Santa Cruz, Roger Mariaca, presentaron esta noche a dos funcionarios de BOA que participaron en la carga de las 12 cajas de cartón en las que estaban los ladrillos de cocaína. Los sospechosos son Diego Villagrán y Freddy Choque.
Del Castillo anunció también el relevo de todo el personal policial que cumplía servicios en el aeropuerto de Viru Viru y la investigación incluso del personal que cáterin, cuyos vehículos fueron identificados cerca al lugar donde fue acopiada la droga en el aeropuerto cruceño, el 10 de febrero. Los videos revelan que los dos funcionarios rompieron precintos de la Felcn, que supuestamente ya había revisado la carga.
Los dos funcionarios de BOA que fueron aprehendidos por la carga de droga enviada a España.
Proyecto Aircop
En 2019, Reyes fue parte del “punto focal del Proyecto Aircop”, lo que le permitió conocer cómo funciona la seguridad, “específicamente” en el aeropuerto internacional de Viru Viru, en Santa Cruz. En esa gestión, el trabajo coordinado con sus similares de España, permitió la desarticulación de un grupo de narcos, conformado por policías, funcionarios de la aerolínea y civiles que enviaban cocaína en maletas de pasajeros, al aeropuerto de Barajas, en Madrid.
De acuerdo a su análisis, las instituciones involucradas o cuyos responsables deben dar cuentas sobre la filtración de seguridad y el envío de la droga, en febrero de este año, son los de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn), Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (Naabol) y BOA.
“Dentro del aeropuerto trabajan diferentes agencias y entidades que coordinan su labor. Específicamente para el control contra el narcotráfico existen cuatro dispositivos: el primero es el control de Aircop, que hace el perfil de los pasajeros con destinos importantes como el de España. Determinan quiénes son (los pasajeros), quién pagó los pasajes, la frecuencia en la que viajan a ese destino y cuando se identifica personas sospechosas éstas son sometidas a una entrevista. Pero en este caso específico, la carga entró sola, sin pasajero, pasó diferentes funcionarios, ahí está la Aduana, Felcn, Naabol y BOA”, detalló Reyes.
La experta explicó que varias veces se verificó que no son los pasajeros quienes portan la droga, y ahí interviene el segundo nivel de seguridad, que es el del sistema de las cámaras, cuyo monitoreo está a cargo de personal de la Felcn, Aduana y Naabol. Con este sistema, se puede identificar la trayectoria que sigue la carga o maletas sospechosas, incluso desde antes de que ingresen al aeropuerto.
En el tercer dispositivo de revisión están los escáneres empleados por la Aduana y el cuarto es el de las unidades caninas de la Felcn, que guiados por los oficiales revisan las maletas y paquetes que serán subidos a la aeronave, explicó Reyes.
El Proyecto Aircop, solventado por la Unodc para la interdicción del narcotráfico a nivel internacional, tiene unidades en diferentes terminales aéreas del mundo y coordinan entre estados. El personal de Aircop de cada país está conformado por funcionarios de distintas entidades que comparten bases de datos, como el caso de la Fiscalía, Migración y la Felcn, que pueden cruzar datos sobre los antecedentes de pasajeros sospechosos en tiempo real.
En el caso de la cocaína que fue enviada en un vuelo de BOA a España, el 12 de febrero, Reyes cuestiona el por qué no lograron detectar la carga, pese a toda la logística con la que cuenta Viru Viru y que, posteriormente, no se haya tomado acciones conjuntas con las autoridades españolas.
Para los diputados del MAS, Gualberto Arispe, y de Comunidad Ciudadana, Marcelo Pedrazas, la razón por la cual las entidades internacionales de lucha contra el narcotráfico, como la Europol, no toman en cuenta a la Policía Boliviana es porque consideran que la institución está penetrada por los narcos, y que filtran información sobre los operativos. El experto en seguridad, Samuel Montaño, remarcó que como sucede en otros países, los narcotraficantes infiltran esas entidades del Estado, debido a que son quienes financian la actividad política de los gobernantes de turno.
En esa línea, Reyes considera que la Aduana de España, que fue la que detectó el cargamento de droga en Madrid, no coordinó acciones con la Felcn por la falta de credibilidad de esa entidad policial. Señaló que la lucha contra el narcotráfico depende de la voluntad política, que en el actual gobierno de Bolivia se ha cuestionado y se lo ha denunciado varias veces por presunta protección a estas organizaciones criminales.
Página Siete
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