Desde que se desató el conflicto en la comunidad Pailitas, los uniformados destinados cada cinco días a la zona del conflicto entre Balanza y Las Londras deben llevarse guarniciones para sobrevivir debido a que el comando departamental no esta asumiendo la alimentación como ser desayuno almuerzo o cena, salvó en raras ocasiones como ser una vez a la semana, comentaron.
«Con decirle que no hay ni donde bañarse, ni donde cagar», con expresiones resumió un uniformado cinco días de sufrimiento que le tocó vivir cumpliendo resguardo policial por los conflictos de tierras entre campesinos de la comunidad de Pailitas e interculturales de San Julián que se disputan tierras fiscales.
«Estamos abandonados a nuestra suerte durmiendo en el suelo con miedo que nos piquen las víboras y a veces hasta sin comer ni tomar agua, porque estamos en mitad de carretera. No me estoy quejando del trabajo, eso quiero aclarar, pero le pedimos al comandante (Jhonny Chávez Bascopé) se preocupe porque sus policías se alimenten», dijo otro uniformado que guardó su identidad en reserva.

«El otro día comimos gracias a que un tipo estaba cargado con víveres paso con su Noah y aprovechamos en comprarle arroz, papa, sardinas, tomate y ese día comimos bien, pero al siguiente día hambreamos». » Yo estuve si bañarme tres días y mis camaradas ya me miraban feo, aquí no hay ni donde bañarse es aguantarse nomas y convivir entre el polvo», expresaron dos policías.
Los uniformados comentaron que los micros que los transportan, se niegan a trasladarlos hasta el pueblo para abastecerse de víveres porque dicen que es un gasto de combustible que esta fuera del presupuesto que paga el comando de la Policía. «Cuando llega la noche es buscarse donde dormir, ya da miedo hasta echarse en la arena porque la zona esta cundida de víboras. Algunos se amanecen a punta de coca para distraer el sueño», relató un oficial.
«Como veo que esta la cosa, no hay vista de solución, ambos grupos están asentados de extremo a extremo y se niegan a abandonar el lugar pese a que les han dicho que esas tierras son fiscales. Esperemos que nos mejoren las condiciones de alimentación a la tropa, no podemos estar sin alimentos, somos seres humanos. Le pedimos al comandante se preocupe por sus policías«, lamentó un uniformado molesto.
A la hora de almuerzo, los policías tienen que cortar botellas de plástico para poder servirse sus ensaladas con atún y pan. Otros consiguen leña para hacer sopa de fideo dependiendo de la viveza de cada jefe de grupo encargado de sus uniformados. Los policías coincidieron en hacer un llamado al Ministro de Gobierno Eduardo del Castillo que se mejore las condiciones de los policías que se encuentran en el conflicto de Pailitas, enviando víveres para la alimentación.
Fuente: Clave300
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