Hace una semana, una mujer llegó acongojada al departamento de Género, Generacional y Familia de la Alcaldía. Días antes había descubierto que su niña era violada, desde hace varios años, por su padre.
El progenitor aprovechaba la ausencia de la madre para abusar de la menor, con el pretexto de que iba a “enseñarle a comportarse como mujercita”.
La niña de 10 años, no asume que fue víctima de violación porque ella cree que ese tipo de relación es normal entre padre e hija.


Durante el primer trimestre de este año, se registró la denuncia de 16 agresiones sexuales a menores a menores de 10 años en la ciudad de Cochabamba, seis casos más que el año anterior, durante el mismo periodo.
Otro caso de violación que consternó a la población se dio hace una semana en Sacaba, cuando los policías aprehendieron y encarcelaron al agresor de una menor de 11 años con discapacidad, que fue vejada por su padre.
La directora de Género, Generacional y Familia de la Alcaldía, Carolina Orías, informó que en estos primeros meses las denuncias de agresión sexual a niños se incrementaron considerablemente, en comparación a las cifras de la gestión pasada.


“Las violaciones se están presentando dentro de los núcleos familiares, por padres, padrastros, tíos, sobrinos y otras personas cercanas. Ya no hay seguridad ni para los varoncitos”, dijo Orías.
La autoridad acotó que el año pasado atendieron 94 casos de violencia sexual. El 80 por ciento de los agresores son familiares y buscan tranzar antes que los denuncien.
“La sociedad está normalizando estos delitos. Todavía algunos acusados quieren arreglar internamente y retirar la demanda; pero nosotros seguimos los casos de oficio”, señaló Orías.
DIFICULTADES Un experto en temáticas de violencia sexual señaló que los padres hacen tratos para “no perjudicar a los agresores, que son sus familiares”. Inicialmente, hacen compromisos para que el violador se aleje de la víctima.
Orías manifestó que estos casos son derivados al departamento de ayuda y apoyo psicológico de la organización.
“Hay que intervenir en etapa temprana, porque de mayores hay repercusiones muy fuertes y tienden a seguir el circulo de violencia. Es importante trabajar en la infancia para que los niños reconozcan cuando están expuestos a toques indebidos”, señaló.
PROGRAMA Es por ello que el municipio creó “Cuentos que no son cuentos”, un programa de recreación infantil que se desarrolla en los colegios del Cercado.
Se trata de relatos que hace una abuelita a sus nietos y les enseña sobre sus partes íntimas y que nadie debe tocarlas.
“En medio de la narración algunos niños se identifican con los personajes y cuentan lo que les pasa a ellos”, dijo la Directora.
Un equipo multidisciplinario atiende estos casos y brinda apoyo psicológico y legal.
La autoridad recomendó a los padres de familia prestar atención a los cambios de actitud de los niños, debido a que podría ser una señal de que sufren violencia sexual. En caso de identificar un hecho de violación pidió denunciar al departamento de Género, Generacional y Familia o a la Policía.
Opinión




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