Con 18 años, una joven madre de una bebé de tres meses a punto estuvo de ser una víctima más de feminicidio. Las súplicas para no morir no fueron escuchadas por quien era su pareja, pero sí por unos vecinos que la rescataron de su agresor y de esa manera también la salvaron de la muerte.
La mujer contó que tenía una relación de casi un año con el hombre que a punto estuvo de arrebatarle la vida, ella recuerda que cuando despertó la noche del viernes, notó que extrañamente estaba atada de sus pies, fue en ese instante que comenzó a vivir momentos de desesperación.
“Cuando desperté estaba toda amarrada, le pregunte por qué me amarró y solo me respondía que me iba a morir”, contó la víctima.
Cuando sintió las manos de su agresor en su cuello lo primero que se le vino a la cabeza fue su pequeña hija de tres meses, le rogó que no quería morir por su hija, pero el hombre no reaccionaba y estaba decidido a quitarle la vida.
Fueron los vecinos que escucharon los pedidos de auxilio quienes llegaron hasta la habitación donde estaba la víctima, y sorprendieron al hombre encima de la mujer y con las manos rodeándole el cuello.
“Quiero que se haga justicia”, señala la mujer.
Cuando el hombre se vio sorprendido decidió escapar por los techos de los vecinos. Desde entonces no se supo más del hombre, no había dejado ningún rastro; sin embargo, la Policía activó operativos en el eje central del país.
El hombre ya había planeado su escapatoria hasta Chile, incluso tenía pasajes para salir de Cochabamba y fue aprehendido cerca de la terminal de buses de este ciudad y hoy mismo fue trasladado a Santa Cruz, donde deberá responder ante la justicia.
La víctima está firme, quiere que sobre el hombre caiga todo el peso de la ley, pero no puede esconder que siente temor por lo que pueda pasar y pide a las autoridades garantías para seguir luchando.
“Él sabe que lo que hizo está mal y tiene que asumir su responsabilidad, él sabe que tiene que pagar por esto”, señaló la mujer.
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