Los dos acusados del crimen de un bebé que murió a raíz de las quemaduras sufridas durante un ataque contra su madre, que también resultó gravemente herida, el sábado pasado en la localidad bonaerense de Rafael Castillo, se negaron a declarar ayer ante el fiscal de la causa y seguirán detenidos.
Se trata de Liz Magnolia Ortega Castillo y Alberto Adolfo Gerasimchuk, su pareja, quienes fueron indagados como “coautores” del “homicidio agravado por alevosía” de Liam Sánchez Delgadillo y la tentativa del mismo delito en perjuicio de Laura Delgadillo, por Luis Brogna, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3, especializada en Familia y Conflicto de La Matanza.
El trágico ataque que sufrieron Laura y su hijo de apenas un año y medio quedó grabado en una cámara de seguridad privada. Las imágenes, que ya fueron incorporadas al expediente, no solo pusieron en evidencia la crueldad del mismo sino que también expusieron una actitud por lo menos llamativa por parte de Agustín Sayago, el actual novio de la víctima.
Es que el joven, de 20 años, se cae al piso por la fuerza de la explosión pero después, en lugar de ayudar a su pareja y al bebé de ella, tomó su moto y huyó del lugar. Pese a las dudas que surgieron, principalmente en el entorno de las víctimas, Sayago solo fue demorado algunas horas y recuperó su libertad.
El relato de los testigos colaboró a terminar de reconstruir el conflicto cuyo desenlace el sábado le costó la vida al pequeño Lian. De acuerdo a allegados a la víctima, Laura ya había recibido amenazas por parte de Castillo antes del día del hecho. Incluso, una persona dijo que en una de esas advertencias, la examiga le escribió por privado en una red social un mensaje donde le anticipaba lo que iba a hacer: “Te voy a prender fuego vas a ver, a vos y a tu pibito. Me las vas a pagar, amiga”.
Los testimonios también hicieron referencia a otro episodio, en el que Castillo le recriminó a Laura que le había “sacado el novio”, debido a que Sayago había tenido también una relación con ella en el pasado que, al parecer, la ahora detenida todavía no había superado.
Tomado de El Tribuno
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