El abogado Jhasmany Torrico declaró ante el Ministerio Público que intervino en el denominado caso Adriázola con el objetivo de beneficiar al acusado Omar Adriázola con medidas sustitutivas.
Torrico quien es acusado de cinco delitos y aguarda detención preventiva en el penal de Chonchocoro de La Paz, solicitó la ampliación de su declaración informativa en mayo de este año. Dicho relato duró ocho días y llenó 31 páginas en las que detalló los casos en los que intervino y por los que pidió dinero a los familiares a favor de jueces para beneficiar a sus clientes. Uno de los casos que mencionó es el de los hermanos Adriázola que se suscitó en 2015.
El 14 de mayo, la campeona nacional de taekwondo Gloria Adriázola y su hermana mayor Peggy, quien sufría una discapacidad cerebral, fueron asesinadas a puñaladas en su casa de Villa Busch en Cochabamba.
Según la pesquisa de la Policía y la Fiscalía, la intención del hermano menor de las víctimas y de la enamorada de él era matar a toda la familia, incluidos los padres, para hacer creer que fueron víctimas de un atraco en su casa.
Al desaparecer sus padres y hermanas, Omar quedaría como el único heredero de la casita medias aguas de Villa Busch, de una vagoneta, de un auto viejo, un terreno en Quillacollo y algo de dinero.
Para ello habían planeado, seis meses antes, fingir que terminaron su relación y tener una coartada para la noche del crimen. Compraron pastillas para dopar a las víctimas y evitar que se defiendan, pues Gloria y el padre eran taekwondistas expertos.
Sin embargo, el plan se desbarató porque la madre no bebió el chocolate preparado, el padre se puso mal y lo llevaron al hospital. Omar y Alejandra mataron a Gloria, que estaba debilitada por las pastillas, y a Peggy, dentro de la casa.
Mientras Omar le llevaba a su madre un carnet, Alejandra se quedó a limpiar las huellas de la escena del doble crimen.
La madre volvió a su hogar en ese instante y la sorprendió. Tras una lucha, la redujo y la entregó a la Policía.
LA INTERVENCIÓN
Torrico describió con detalles cómo intervino en el caso. Mencionó que primero fue contratado por la familia de Alejandra Saavedra para la defensa del caso.
Una vez que se determinó la detención preventiva para la pareja, familiares de Omar Adriázola lo contactaron para que “arregle” la situación y se consiga medidas sustitutivas.
“Traté de abordar a los administradores de justicia que estaban a cargo del caso, los busqué insistentemente en audiencias, pero se cerraron y nunca me recibieron”, detalló.
Según el abogado “torturador”, abordó a las autoridades judiciales a la salida de sus fuentes laborales.
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Los esperó durante varios días hasta que logró hablar con ellos.
“Me dijeron que no era posible dar medidas sustitutivas porque la prensa los iba a castigar. Entonces, sugerí que hagamos tira la sentencia, cosa que la responsabilidad sea de la sala de apelación; porque todavía en ese momento, no notificaron con la sentencia (…). Sugerí que coloque en la sentencia ‘hechos probados: NINGUNO’; así quedamos en un acuerdo por 10.000 dólares que debía pagar a cada uno”, precisó.
Los parientes de Omar Adriázola supuestamente entregaron 20.000 dólares al abogado y este se encargó de pagar a los administradores de justicia en un sobre blanco, con los billetes alargados para no hacer bulto.
“En una de las entregas del dinero estaba conmigo Marco F.C,. Empecé a ver la posibilidad de medidas sustitutivas para Omar, si salía él, con más facilidad saldría Alejandra que era mi clienta, porque su mamá no tenía plata, yo ya le había cobrado por mis honorarios que eran 25.000 dólares, por eso no tenían plata ni para charle, ni para solucionar la situación”.
Otra de las entregas de los billetes fue con la presencia de los parientes de Omar, quienes querían corroborar que el dinero sería entregado para el fin por el que fue pagado.
Prosiguió: “Esta persona a la que pagué me jugó chueco, me traicionó porque cuando me notificaron yo apelé faltando un día para el vencimiento de los 15 días, él inmediatamente que me saca un auto complementario corrigiendo ‘hechos probados ninguno’ donde dice ‘de oficio’ lo que implicaba la traición, pérdida de dinero y responsabilidad con el cliente (…) yo le iba a meter prevaricato por eso, pero luego desapareció y ya no pude hacer nada”, describió Torrico.
En la declaración ante el Ministerio Público, el abogado también hizo referencia a su intervención en otros casos que fueron mediáticos en Cochabamba como el denominado “Choco Burguer” y otros en los que relató como actuó de forma similar que en el caso Adriázola para beneficiar a sus clientes, pero obteniendo mejores resultados.
20.000 dólares
Habría pagado Jhasmany Torrico a las autoridades judiciales para beneficiar a Omar Adriázola.
Opinión
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