Una niña, de 11 años, que resultó embarazada por un hecho de violación fue sometida el 25 de junio a un procedimiento de interrupción legal de la gestación, que cursaba la semana 17, en el marco de la Sentencia Constitucional 206/2014 que establece el acceso a un aborto legal y seguro en caso de que el embarazo sea producto de violación, incesto, estupro y cuando la vida o salud esté en riesgo.
El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) de Cochabamba, Alfredo Saravia, informó que la menor de edad estaba siendo agredida sexualmente por su hermano mayor, de 14 años, mientras su madre salía a vender comida.
Según las investigaciones, la niña sufrió primero toques impúdicos y luego violación. Su hermano le decía que se trataba de un juego.


La mamá se dirigió a un establecimiento de salud con su hija porque notó que estaba creciéndole el vientre y, tras la valoración médica, confirmó el embarazo. La niña le contó que estaba siendo agredida sexualmente por su hermano.
Ante esa situación, la mujer formalizó el 23 de junio la denuncia contra su hijo por presunta violación de infante, niña, niño o adolescente en plataforma de la Fiscalía de Cochabamba. Al día siguiente, el caso fue derivado a la FELCV Central donde tomaron la declaración informativa de la demandante y comenzó el proceso investigativo.
FALLECEN DOS PREMATUROS


En 12 días, dos bebés prematuros perdieron la vida en Cochabamba. Ambos infantes fueron producto de violaciones sexuales que sufrieron menores de edad.
Esperanza, la bebé sietemesina de una adolescente de 14 años que fue abusada en Aiquile, falleció el 26 de junio. Su cuerpo prematuro no resistió el estado crítico en el que se encontraba. La menor cursaba la semana 28 de embarazo cuando le realizaron la cesárea. El 15 de junio, murió Índigo, el bebé producto de la vejación que sufrió una menor de 12 años en manos de su abuelastro en Chimoré.
Tomado de Opinión




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