De acuerdo al autor y psicólogo forense español, Bernat Tiffon, el suicidio ampliado es “aquel en el que se arrastra a la muerte a otro que no desea morir”. José María Manzano, psiquiatra europeo, menciona en un artículo: “La víctima de la persona quien acabará suicidándose suele ser una persona a quien tiene aprecio, y considera que, lejos de estar arrebatándole el futuro, la está salvando de un porvenir adverso”.
El suicidio ampliado es un fenómeno estudiado mayormente por psicólogos y psiquiatras forenses en Europa y Estados Unidos; sin embargo, en Latinoamérica, casos de esta índole han surgido e impactado al público. En Bolivia, varios ejemplos se han desarrollado, especialmente, de madres que le asesinan a sus hijos para que no sufran con su decisión de quitarse la vida.
Ambos autores y distintos libros sobre este tema explican que no es una enfermedad, sino un fenómeno. El actor de este hecho posee un cuadro depresivo profundo que ocasiona una idea muy pesimista sobre su futuro y el de sus seres queridos.
Un caso que conmocionó a la sociedad y entra en esta categoría se dio en octubre del años pasado. Una madre de 34 años decidió envenenar a su hijo de 17 años para después quitarse la vida. Antes de cometer el hecho dejó cinco cartas a sus hermanos y avisó que “se iría de viaje” con el menor.
En este caso, la mujer aseveró en una de sus cartas: “Tengo problemas que no tienen solución, hice cosas que me avergüenza decir, pero no podía dejarlo (a mi hijo) solo sin mí, está muy acostumbrado a mí, espero esto no haga más problemas”.
Para entender más de este fenómeno, Urgente.bo habló con la licenciada Verónica Alfaro, presidenta del Colegio departamental de Psicólogos La Paz y especialista en psicología forense.
La decisión de quitarse la vida produce una serie de emociones en la persona y su entorno, creando un ambiente de culpabilidad en la familia. “Por lo general las personas que se suicidan y dejan una carta póstuma están jugando con sentimientos encontrados entre amor y rencor. En el tema de amor piensan liberar a alguien de la culpa, de sentirse responsables por la decisión que tomó, pero, también deja implícito que también eres responsable de esta situación”, explica la psicóloga.
La especialista asevera que la pandemia generó un impacto severo en la sociedad y en el desarrollo de trastornos como la depresión y la ansiedad. El observar un panorama tan trágico como la muerte de millones de personas alrededor del mundo, además del aislamiento generado por esta enfermedad, ha creado una mayor sensibilidad en las personas.
“Para que exista un tipo de suicidio debe haber un proceso, no aparece la idea de la noche a la mañana. Es un proceso que la persona va organizando para concretarlo el momento preciso”, explica Alfaro. En el caso del suicidio ampliado, la planificación abarca la preparación de la muerte del familiar o la pareja.
“En algunos casos las personas que se suicidan no dejan la carta póstuma, pero cometen este acto con alguien o enfrente de alguien”, la persona, en una situación de sentimientos enfrentados, decide arrastrar a alguien (familiar o amigo) a su suicidio.
Si bien el término no es estudiado en nuestro territorio, si se observan casos que entrarían dentro de este fenómeno. Madres que asesinaron primero a sus hijos y después decidieron quitarse la vida.
Hoy en la mañana se encontró una pareja de jóvenes que se habrían quitado la vida en un parque ubicado en la zona Sur. El suicidio y temas de salud mental deben ser tomados como prioridad, la falta de tratamiento psicológico y psiquiátrico, además de los tabúes sociales, generan la invisibilización de estos casos.
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