La invasión rusa a Ucrania ya tiene repercusiones en Bolivia con el alza del precio de la harina de 165 a 210 bolivianos el quintal, aunque la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) garantiza el abastecimiento y que el pan de batalla no sufra ningún incremento.
El presidente de la Asociación de Industriales Molineros (ADIM), Carlos Gutiérrez, informó que Bolivia importa bastante harina de trigo y eso tiene un impacto directo en los precios en el mercado.
“La harina ya subió de precio, hay un aumento constante. Hace un mes estaba en 165 bolivianos el quintal, pero ahora está en 210 bolivianos, en promedio”, precisó en contacto con Página Siete.
Explicó que la industria panificadora del occidente cuenta con el abastecimiento de la harina de Emapa y eso garantiza que el precio del pan de batalla no sufra un incremento.
“Este aumento en el precio de la harina va a las pastelerías, mercados marginales de pan que no acceden a la harina de Emapa, debería subir el precio de galletas y pan en bolsa. Las empresas industriales acceden a harina con precios de mercado ”, precisó el industrial.
Añadió que esto también tendrá un impacto en la industria que elabora fideos y otras pastas.
Hasta noviembre del año pasado el quintal del producto importado se encontraba hasta en 140 bolivianos, precio inferior al que comercializaba Emapa en ese entonces que era de 147 a 150 bolivianos.
Un 70% de la harina que se consume en el país proviene principalmente de Argentina y un 30% de la oferta nacional.
Cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) procesadas por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) revelan que en 2019 Bolivia importó harina por un valor de 111 millones de dólares, al año siguiente alcanzó a 127 millones de dólares y en 2021 bajó a 92,8 millones de dólares. En enero se trajo harina por un valor de 5,7 millones de dólares (ver gráfica).
El ejecutivo de la Federación de Panificadores de La Paz, Dandy Mallea, coincidió que el quintal de harina subió de 165 a 210 bolivianos. “Ayer (jueves) nos hemos reunido con todos los dirigentes sectoriales y se ha determinado declarar estado de emergencia, a razón de que el precio del quintal de harina en el mercado se ha elevado de forma desmesurada. Lo que costaba 165, 160 hoy esa misma harina cuesta 200, 210 bolivianos. Y, para el colmo no hay harina que pueda estar dentro de la oferta en las tiendas de abarrote”, dijo a Red Uno.
El gerente de Emapa, Franklin Flores, aseguró que la entidad garantiza la distribución de harina al sector panificador para mantener estable el precio del pan de batalla.
“Nosotros garantizamos toda la harina que requiere el sector panificador. Emapa cuenta a la fecha con alrededor de 130 mil toneladas de trigo acopiadas en los silos del Estado boliviano, por tanto, las familias que se queden tranquilas tenemos el trigo necesario”, aclaró.
Flores informó que se cuenta con un acopio suficiente para moler y producir 1,6 millones de quintales de harina para distribuir a los panificadores y esta gestión se tiene programado el acopio de 200 mil toneladas de trigo para garantizar la provisión de harina en 2023.
El Gobierno tiene un convenio suscrito con el sector panificador, el cual se firmó en enero último, para mantener estable el precio del pan a 50 centavos de boliviano en La Paz, El Alto y Cochabamba; 40 centavos en Oruro y a 30 centavos en Potosí, entre otras regiones.
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El presidente de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de La Paz, René Ballivián, rechazó el posible aumento del precio de la unidad del pan, después que los panificadores denunciaran el incremento del quintal de harina y no descartó movilizaciones para evitar la afectación a la canasta familiar de los paceños.
“En representación de las 633 juntas vecinales y las 150 comunidades originarias transmitimos a la población que hemos tomado una determinación de no permitir el alza del precio del pan y si esto ocurre, tomaremos las medidas que correspondan, desde movilizaciones hasta un paro de actividades”, anotó.
Advirtió que un posible incremento del precio del pan desatará una inflación en el país.
Según el portal del diario El Cronista de Argentina, en ese país en cinco días el precio de la harina aumentó en 70% por la guerra entre Rusia y Ucrania.
En Perú se incrementó en 12 soles en los últimos días. La bolsa pasó de 122 a 136 soles, reportó Infobae.
Los países latinoamericanos que necesitan importar granos temen los efectos inflacionarios. “Si hay menos trigo para todos, va a haber un encarecimiento del precio y tendremos un impacto en la canasta básica”, dijo a EFE el director ejecutivo del Instituto de Investigación y Desarrollo de Comercio Exterior de la Cámara de Comercio de Lima, Carlos Posada.
La guerra en la lejana Ucrania puede provocar la escasez de fertilizantes.
Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (Argentina), Rusia es el principal proveedor mundial de fertilizantes de todo tipo, concentrando cerca del 13% del comercio global.
Desde el inicio del conflicto, los precios se han disparado, generando un dolor de cabeza en Argentina, Brasil, Colombia y Paraguay, los cuales podrían afrontar problemas para abastecerse y, eventualmente, sufrir recortes en su producción agrícola. (EFE)
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