El Pacto Nacional por los Derechos Sexueles y Reproductivos llamó a garantizar la Educación Integral en Sexualidad (EIS), incluida en la nueva currícula educativa del país, como un derecho solicitado desde hace 30 años. Denunciaron que grupos religiosos y fundamentalistas están distorsionando el contenido.
“La EIS puede ayudar a prevenir muchas de las problemáticas del país. Por ejemplo: que hay más de 100 embarazos adolescentes todos los días (…) La discusión no se trata de sí o no, sino de qué y cómo queremos que las nuevas generaciones aprendan y adquieran herramientas cognitivas y emocionales para vivir su sexualidad sin violencia, sin ningún tipo de discriminación ni presión social o de alguna persona ”, indicó Andrea Terceros, miembro del Pacto Nacional, agrupación integrada por organizaciones de la sociedad civil y activistas de los derechos humanos de todo el país.
Dentro de esta temática, la nueva currícula no solo toca temas de sexualidad y salud sexual y reproductiva, como el VIH, las enfermedades de transmisión sexual o la biología del cuerpo humano, sino que se tocan varios temas inherentes y transversales para las relaciones humanas. Por ejemplo, para secundaria se incluyen temas como enamoramiento, mitos del amor romántico, manejo de rupturas amorosas, peligros de parejas agresivas, feminicidios, embarazo no planificado, paternidad responsable y diversidad sexual.
“Es una deuda que el Estado tiene con nuestros hijos, nuestras infancias, juventudes porque es un derecho humano y es hora que se aplique (…) No queremos queremos que sigan aprendiendo que la sexualidad se reduce a genitales y penetración, queremos de una vez esclarecer que la sexualidad es mucha más amplia, que es una área de nuestra vida que está desde que nacemos hasta que nos morimos; que incluye los afectos, la responsabilidad y valores, de forma metódica y de acuerdo a sus edades”, sostuvo terceros.
Según datos de la Unesco sólo el 34 % de los jóvenes en todo el mundo tienen conocimientos sobre la prevención y transmisión del VIH. Además, sólo dos de cada tres niñas, en varios países, “no tienen idea de lo que les sucede cuando comienzan a menstruar”.
Bolivia no escapa a esta realidad. Es uno de los países de la región con los índices más altos en embarazos adolescentes, gestaciones infantiles producto de violencia sexual, violencia contra las mujeres y abuso sexual contra mujeres, niñas y niños.
Ya a fines de 2022, cuando se presentó la nueva currícula educativa, los padres de familia de colegios privados estuvieron de acuerdo con este tema y la inclusión del estudio de la Ley 348 de una vida libre de violencia para las mujeres.
“Hay temas muy interesantes y que nos interesa que nuestros hijos tengan conocimiento, como el de educación sexual. Pero el resto hay que analizarlo”, indicó el representante de este sector Ernesto Suarez, a radio Erbol.
Sostuvo que debe haber personal sumamente especializado para dar estos temas de forma eficaz y correcta. Añadió que se debería contar con abogados, médicos, psicólogos que puedan ayudar, ya que los normalistas no estarían preparados en estos temas.
Desde el Pacto Nacional se aseveró que la información que se brindará será científica porque se basa en hechos y evidencias respetando los procesos físicos y psicológicos de cada etapa de crecimiento, para dar la información pertinente para prevenir la violencia.
En las semanas pasadas la Conferencia Episcopal Boliviana, la Iglesia Evangélica, los colegios privados de Santa Cruz y otros movimientos conservadores rechazaron los contenidos de la nueva currícula en torno a la educación sexual. Argumentaron que este contenido hipersexualiza a los estudiantes y que se quiere imponer “la ideología de género”. “Dios creó al hombre, varón y hembra los creó”, se afirmó desde los grupos evangélicos..
“Consideramos que debe ser incluida, pero con un tratamiento y preparación adecuados, tomando en cuenta que la familia debe ser la primera formadora y responsable de la educación moral y espiritual de sus hijos”, dice el comunicado de la Asociación de Colegios Privados de Santa Cruz. La posición es similar a la expresada por la Conferencia Episcopal Boliviana.
Un reporte de la Unesco afirma que los programas de educación sexual con base en currículo mejoran las actitudes en relación con la salud sexual y reproductiva. Identificó que hay un mayor conocimiento acerca de diferentes aspectos de la sexualidad, de los comportamientos sexuales riesgosos, de los riesgos del embarazo, del VIH y otras ITS, del consentimiento informado y de un inicio precoz en las relaciones sexuales.
