El comportamiento poco disciplinado de los jugadores de la Selección de Irak que se prepara para su debut en el Mundial Sub 20, había llamado la atención en las autoridades antes de que estallara el caso por presunto abuso de un futbolista hacia una empleada.
Los atletas que llegaron de Medio Oriente a La Plata se manifiestan algo osados o exaltados, según surge de informes oficiales y comentarios no formalizados en papel. Recorridas por los pasillos y el lobby del hotel en ropa interior, algún maltrato hacia la traductora que le asignó la organización del evento, una falla en los ascensores provocada por exceso del peso permitido y hasta la activación sin motivo de una alarma de incendios.
O sea: parece que no se llevarían bien con las normas de comportamiento y en el Dazzler de la capital bonaerense lo padecen desde que “bloquearon” las instalaciones para ocuparlas con los 48 integrantes del plantel y otra delegación extranjera.
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El complejo hotelero fue inaugurado hace menos de un año. Es uno de los exclusivos alojamientos inaugurados en La Plata en el último tiempo a partir de un impulso que las autoridades locales intentan imprimir al turismo.
La indisciplina juvenil superó el nivel de tolerancia este jueves cuando en medio de un festejo improvisado en la terraza del edificio, uno de los jugadores intentó “manosear” a una empleada.
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Hubo un imprevisto griterío y una reacción de la víctima que llamó la atención de otros compañeros del sector gastronómico y del área de seguridad del albergue.
El incidente derivó en la intervención del personal policial que se mantiene como custodia desde que llegó el seleccionado, por recomendación de la FIFA.
El ordenamiento jerárquico de la policía bonaerense llevó detalles del episodio hasta la dirección de Relaciones Internacionales del ministerio de Seguridad. Así es que ese funcionario y otros jefes policiales se enteran de los “actos vandálicos” de los jugadores y también del acto de abuso que la “mujer joven” se negó a denunciar, de acuerdo con ese parte policial.
Allí hay detalles como el inconveniente que derivó en la salida de funcionamiento de uno de los ascensores; del maltrato a la traductora (quien en el momento en que se confeccionó el informe no estaba en el hotel) y de los paseos en calzoncillos por los pasillos y dependencias del edificio, por parte de los deportistas.
Tal fue el revuelo provocado por el mal comportamiento de algunos integrantes del plantel que tuvieron que llamar a un dirigente de AFA. El gerente y Responsable Organizador Local, Damián Dupilliet fue convocado por los oficiales policiales para informarle detalles de la controvertida actuación de los iraquíes.
Desde AFA pidieron un reporte “completo de todo lo que fue comentado” en esa noche que resultó demasiado larga y complicada.
Tomado de Clarín
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