El sistema de salud de Estados Unidos se encuentra al límite debido a otra ola más de enfermedades virales encabezadas por el COVID-19, la gripe y el virus sincitial respiratorio (RSV).
Este es el peor brote de gripe en más de una década en el país y ha dejado a casi todos los estados con niveles altos de actividad de la gripe, lo que subraya cómo las precauciones pandémicas pueden habernos dejado más vulnerables a las enfermedades respiratorias estacionales.
De hecho, las admisiones hospitalarias relacionadas con la gripe durante la semana de Acción de Gracias casi se duplicaron con respecto a la semana anterior y fueron las más altas observadas para ese período desde la temporada 2010-2011, según los Centros de Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Particularmente los adultos mayores de 65 años y los niños menores de 4 años se han visto afectados durante el aumento inusualmente temprano. Sobre todo han empeorado las condiciones de quienes tenían otras enfermedades subyacentes.
Sigue la negativa a las vacunas
De acuerdo a los CDC, alrededor de 4 de cada 10 estadounidenses dicen que no planean vacunarse contra la gripe esta temporada, en gran parte por preocupaciones de que las vacunas no funcionan bien o tienen efectos secundarios.
CNN informó que la administración de Joe Biden promete recursos y personal para ayudar a los sistemas de salud locales a hacer frente, pero no está considerando declarar una emergencia de salud pública aún.
Algunos expertos en salud pública dicen que el enmascaramiento y otras precauciones pandémicas mantuvieron a raya la influenza en gran medida durante los últimos dos años e interrumpieron su propagación estacional.
No obstante, el regreso a la vida anterior a la pandemia nos ha dejado “inmunológicamente ingenuos” y más susceptibles a las infecciones.
“Podríamos estar expuestos a una pequeña cantidad de virus y su cuerpo lo combate”, dijo John Tregoning, inmunólogo del Imperial College London, a Nature.
El año pasado, un equipo de investigación predijo fuertes rebotes epidémicos en los niños una vez que se levantaron las medidas de protección personal e instó a “programas de vacunación de recuperación” sólidos.
Pero los expertos advierten que todavía no saben mucho sobre los virus estacionales y continúan lidiando con preguntas como por ejemplo, cuánto debilitó el COVID-19 la inmunidad del público.
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El brote de gripe se produce cuando circulan otras enfermedades respiratorias, incluido el virus respiratorio sincitial, o RSV, y las variantes emergentes de COVID.
La Opinión
