Phillip Carey, de 48 años, fue sentenciado a cadena perpetua en el Tribunal de la Corona de Preston, después de que lo sorprendieran violando a una paciente con demencia de 99 años en el hogar de cuidados donde trabajaba en Blackpool, Lancashire, Inglaterra, mientras su familia miraba impotente a través de una cámara de seguridad oculta.
Carey fue grabado agrediendo sexualmente a su víctima vulnerable por una cámara secreta que su familia había instalado en su habitación después de preocuparse por su bienestar.
Después de que el sujeto fuera sentenciado, la familia de la víctima dijo: “Nos dimos cuenta de que su comportamiento había cambiado. Se volvió retraída, no nos abrazaba ni nos besaba y no quería que nos fuéramos cuando nos íbamos y decía cosas que nos preocupaban”: ‘No me dejen, me van a hacer daño’.
Además, señalaron que, “les preocupaba que tal vez alguien estuviera siendo poco amable o demasiado duro con ella, así que decidimos instalar una cámara oculta en su habitación para poder ver lo que estaba pasando”.
Sin embargo, descubrieron lo peor. “Estamos conmocionados y horrorizados, nunca imaginamos que la veríamos siendo abusada y violada en su propia habitación… Nuestra pariente anciana ha pasado por una terrible experiencia a manos de alguien en quien confiamos para cuidarla”, sentenciaron.
La fiscal Sophie Rozdolskyj dijo después de ser sentenciado: “Carey abusó de su posición de confianza y atacó a una mujer vulnerable a la que debería haber estado cuidando”.
“Estoy agradecida con la familia de la víctima que ha demostrado una gran fortaleza durante todo el proceso judicial. “Espero que la sentencia les brinde algo de consuelo, sabiendo que Carey ha sido llevado ante la justicia por sus acciones”.
Red Uno