Estafadores que se hacen pasar por militares robaron en una óptica, se llevaron mercadería valorada en más de 12 mil bolivianos, incluso presentaron una orden de compra que supuestamente pertenecía a las Fuerzas Armadas (FF.AA.). Al menos tres negocios fueron estafados, estos avezados antisociales realizaron compras con cheques sin fondo.
La División Económica Financiera y Corrupción Pública de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) dio a conocer el nuevo modus operandi que usaron para estafar. Primero ingresaron a la tienda para averiguaron el costo de lentes al por mayor, supuestamente para conscriptos.
Pidieron un número de cuenta y nombre para hacer el depósito bancario. Al día siguiente otra persona, vestida con indumentaria militar, retira la mercadería y le dice a la víctima que revise el depósito del dinero en su banca móvil.
El dinero aparece como depositado y entrega la mercadería, cuando la víctima intenta sacar su dinero de una entidad financiera, le indican que regrese en dos días para verificar el cheque. Al regresar le dicen que el cheque no tiene fondos. La estafa está consumada.
Los estafadores vestían camisa blanca y gorra con símbolos del Ejército, se identificaban como militares. Otros casos se registraron con el mismo modus operandi:
– Una fábrica de fideos donde estafaron Bs. 17.425
– Una tienda de abarrotes al por mayor en el Mercado Campesino, de donde se llevaron Bs. 30.880
– Una ferretería Bs. 34.000 (se llevaron materiales de construcción)
– Una importadora Bs. 37.481 bolivianos
«Se hicieron pasar por Teniente Ayala y un Sargento, entonces dijeron que querían comprar gafas por cantidad para una premiación en el Comando Militar, piden cotización y sacan fotos. A las dos horas retorna el Sargento con una orden de compra falsa. En mi banca móvil verifique que el dinero estuviera depositado, me salía el monto de dinero depositado pero me salía en tránsito. Llamé al banco para verificar el depósito (…) Hicieron el depósito con una cédula de identidad falsa», contó la víctima.
El primer caso ocurrió el pasado junio, en esa oportunidad se llevaron mercadería por un valor de 17.425 bolivianos, ingresaron a la procesadora de fideos y señalaron que compraban el producto para su regimiento. Pagaron con un cheque, el dueño del negocio se percató del robo días después, cuando fue al banco a cobrar el dinero.