Una dura y triste huella dejó el drama que vivieron unos 500 choferes de los camiones cisternas que estuvieron varados en Paraguay, durante casi un mes, esperando cargar el diésel importado por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (Ypfb). La larga espera, sumado al estrés, la incomodidad y las altas temperaturas, que alcanzaban los 45 grados centígrados, resquebrajó su salud provocando, según sus reportes, la muerte de 5 conductores, 3 de ellos pertenecientes a las empresas contratadas por la Estatal boliviana.
Se conoce la identidad de 3 de los conductores que fallecieron mientras esperaban cargar el combustible: Boris Vega (48 años); Andrés Gareca (67 años); y César Jerez Mendoza (56 años).
La esposa de Andrés Gareca, Lourdes Padilla, indicó que logró comunicarse con él días antes de su deceso. «No pensaba que fuera la última vez que hablaba con él», dijo entre lágrimas. «Me dijo que estaba cansado porque recién le iban a cargar combustible este lunes o martes y que hacía un calor terrible. Le pregunté si no había ducha y me respondió ‘ya vos verías'», lamentó la desconsolada viuda.
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Un duro relato
Los choferes que transportan combustible están acostumbrados y no es la primera vez que esperan tanto tiempo, asegura uno de los cisterneros entrevistados, al recordar que el año pasado esperaron la carga de combustible durante 25 días en Argentina. “Esta vez la espera fue diferente’’, aseguran los transportistas que temerosos a represalias o a perder su trabajo, accedieron a ser entrevistados en el anonimato.
“Una noche estábamos reunidos conversando entre amigos, sobre nuestro deseo de volver a casa y al otro día nos enteramos que uno de ellos había muerto”, sostuvo uno de los entrevistados.
“En ese momento no sabes qué hacer o qué pensar, a todos nos entró la desesperación por volver a casa”, señalaron.
Los choferes, aseguran que hasta el décimo día todos estaban aún tranquilos, era otro viaje normal, sin embargo, los días fueron pasando y la noticia de más conductores fallecidos comenzó a bajar por completo sus estados de ánimo.
“Con las muertes todo empeoró”
Despertaban en sus camas de ‘media plaza’ que tienen en las cabinas, hacían largas colas para poder asearse, pues solo había 4 duchas y tres baños para unas 500 personas, en el estacionamiento ‘’El Avispón’’, que se encuentra en la ciudad de San Antonio, en Asunción de Paraguay.
Unas señoras entraban para vendernos los alimentos, sin embargo a partir de las denuncias realizadas a los medios de comunicación, les prohibieron la entrada. ‘’Teníamos que salir del estacionamiento para buscar comida, pero después todo empeoró porque comenzaron a cerrarnos las puertas y nos quedábamos en el lugar ante el temor que nos cierren las puertas», relata otro de los entrevistados.
Duplicaron los guardias para controlarlos
Los choferes aseguran que fueron a reclamar a la encargada de ‘’El Avispón’’, pero no fueron escuchados y solo se limitaron a duplicar los guardias que estaban en el lugar. ‘’No dejaban entrar a la prensa y a las esposas de los colegas, también las retiraron’’, afirmaron.
El calor se sentía desde tempranas horas de la mañana, recuerdan los entrevistados; ‘’en los primeros días nos manteníamos en las cabinas de las cisternas que tienen aire acondicionado, pero estar encerrado en un espacio tan pequeño es desesperante. No puedes moverte, no puedes hacer nada más que estar sentado», señalaron.
‘’Parábamos preguntando cuando iniciarían la carga de diésel y nadie nos decía nada, llamábamos a las empresas y lo único que indicaban que era que continuemos allí’’ afirman los conductores.
San Antonio, una ciudad bonita pero sin lugares para hospedarse
La ciudad de San Antonio, perteneciente a Asunción de Paraguay, es bonita relatan los choferes pero aseguran que no tienen muchos lugares dónde hospedarse. “Son pocas las personas que tienen cuartos en alquiler y cuando encuentras te llega a costar entre 100.000 a 150.000 guaraníes, es decir Bs 100 a Bs 150 la noche y nosotros no estábamos en condiciones de poder pagarlo”, afirmaron.
Durante el conflicto, representantes del estacionamiento ‘El Avispó’, publicó un comunicado en un medio local ABC de Paraguay, en el que señalaba que ‘las instalaciones del garaje estaban acondicionadas únicamente para esperas de corta duración’.
YPFB asegura que las empresas enviaron a los choferes sin ser nominados
Tras darse a conocer los fallecimientos, Armin Dorgathen, presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), aclaró que el problema suscitado en Paraguay, debe resolverse entre las empresas de transporte privadas y los choferes, pues fueron ellas las que enviaron a las cisternas, a pesar que no fueron nominadas, para ganar espacio y poder realizar dos cargas, por lo que deslindó responsabilidad al asegurar que la Estatal, ‘no realizó la nómina porque se le estaba dando prioridad a la Planta en Perú’.
“Si YPFB, no realiza la nominación, la empresa no debería enviar a sus transportistas”, aseveró Dorgathen, quien afirmó que los viáticos, el hospedaje o cualquier otra cuestión es un tema entre las empresas privadas y los choferes.
Entre tanto, desde YPFB, indicó que se envió una comisión de la estatal petrolera el martes 9 de abril, desde Santa Cruz hacia Paraguay para verificar las condiciones laborales de los choferes de cisternas con matrícula boliviana que esperan el carguío de combustible en ese país.
Por su parte, la gerente de Productos Derivados e Industrializados de YPFB, Gabriela Delgadillo, dio a conocer que se firmó una serie de acuerdos, con los representantes de la Cámara del Oriente y los propietarios de las empresas de transportes, que permitirán trabajar de forma más coordinada con las empresas en el tema de la nominación y cargas.
Los cisterneros «no pasaron hambre, ni calor», aseguraron los dueños de las empresas transportadoras de combustibles
Sergio Kosky, presidente de la Federación de Empresarios Privados del Transporte de Santa Cruz, afirmó que, realizando un análisis real de la situación vivida por los choferes de los camiones cisternas en el estacionamiento ‘El Avispón’, «se tergiversó la información», pues asegura que los choferes no sufrieron hambre ni calor.
RED UNO