L-Gante es fanático de los accesorios y suele usar grandes cadenas o pulseras. Ahora el músico sorprendió a sus seguidores al mostrar una nueva adquisición: una pieza dental similar a una dentadura postiza realizada en oro amarillo de 18 kilates, con apliques de diamantes naturales.
En su cuenta oficial de Instagram, el popular cantante compartió imágenes de este exclusivo accesorio y señaló: “¡No llegué a hacerme la estética de los dientes! Pero algo es algo, ¿no?”. Esta pieza se realiza a medida, al tomar moldes de la boca, y para usarla no es necesario utilizar ningún tipo de pegamento.
En el catálogo oficial 2022 de la joyería donde la adquirió, cada uno de estos dientes tiene un valor mínimo de 500 dólares. En la historia que subió L-Gante se puede observar que en su dentadura tiene 16 de estas piezas, por lo que el precio total aproximado sería de 8 mil dólares.
La empresa se caracteriza por estos peculiares accesorios para la boca, y ya realizó trabajos para otros artistas del ambiente de la música. Por ejemplo, fueron los encargados de crear y diseñar los “grillz” que aparecen en la portada de Oscuro éxtaxis, el disco de Wos.
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En el caso de L-Gante, el modelo elegido es uno de los más costosos ya que tiene diamantes naturales además del oro de 18 kilates. Según explican en sus redes oficiales, estos diamantes son los de “la mejor calidad” del país, y por eso su costoso precio que oscila entre los 500 y los 720 dólares.
Esta “joya dental” se puso muy de moda también entre varios artistas internacionales. Su uso es similar al de los protectores bucales, y de esa manera, se pueden poner y quitar con gran facilidad sin ningún tipo de intervención.

Elián Ángel Valenzuela tiene algunas imperfecciones en su dentadura, pero hasta ahora no se sometió a ningún tipo de tratamiento estético para mejorar su sonrisa. Incluso una vez bromeó sobre este tema cuando uno de sus seguidores le preguntó: “¿Qué te impide arreglarte los dientes?”. Él publicó una selfie luciendo un aplique de brillos sobre su dentadura y respondió: “Mi otro yo”.


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