Un insólito episodio se registró el pasado jueves 25 de mayo, en un comercio ubicado en pleno macrocentro de la ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe, en Argentina, a donde un ladrón intentó ingresar para robar aprovechando la poca circulación de gente por esa zona en medio de la lluvia. Sin embargo, el malhechor quedó atrapado debajo de una de las persianas del local cuando quería acceder al mismo por una de las ventanas laterales, y terminó detenido.
Para poder cumplir con su objetivo, el sujeto abrió un espacio en uno de los ventanales que estaban cubiertos por una persiana de metal. Una vez realizado un hueco, el sujeto logró pasar su cabeza y parte del torso, pero no tenía espacio suficiente para ingresar el resto de su cuerpo y quedó atascado.
Ante la escena, el ladrón no pudo liberarse para escapar, por lo que uno de los vecinos alertó al 911, quienes al llegar no podían creer la escena que veían adelante de sus ojos. Arribaron al lugar tres móviles y lograron atrapar al ladrón.


Según las autoridades el antisocial tendría 37 años, fue detenido y trasladado a la comisaría 2°, con una causa abierta que tramita la Fiscalía de Flagrancia.
Por su parte el dueño del inmueble donde funcionaba una pizzería se sorprendió al recibir una llamada de sus vecinos, en la que le informaron que un hombre intentó ingresar a su viejo local por lo que aseguró que dentro de este no hay nada de valor, porque hace un año el negocio que había dentro cerró.


“Están buscando lugares y han tratado de probar con este y, bueno, no han tenido suerte”, comentó el propietario, quien dice que la vecina que vio al malhechor llamó a las autoridades y este pudo ser rescatado, pues estaba acordonado por la persiana y, una vez fuera, lograron su captura formal.
Otro de los comerciantes de la zona dice que la comunidad no intervino, debido a que, en este caso, el elemento metálico antiguo y pesado que lo encerró “se encargó de atrapar al ladrón”.
RED UNO




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