El saldo trágico de muertes por la masacre de Monterey Park se elevó a once, después que autoridades del Centro Médico del Condado Angeles+USC confirmara la muerte de una de las cuatro víctimas que habían sido hospitalizadas en el lugar.
“Desafortunadamente, a pesar de nuestro mejor esfuerzo, nos entristece compartir que una de las victimas ha sucumbido a sus extensas heridas”, indicó el director general del hospital, Jorge Orozco. “Queremos expresar nuestro más sentido pésame a sus familias y seres queridos”.
De los otros tres pacientes, se conoció que una mujer de 73 años había sido dada de alta.
El lunes, la oficina del médico forense del condado de Los Ángeles identificó a dos de las 10 personas declaradas muertas el sábado por la noche como My Nhan, de 65 años, y Lilan Li, de 63 años. Dos víctimas adicionales fueron identificadas por la tarde como Xiujuan Yu, de 57, y Valentino Alvero, de 68 años.
Tiffany Liou, una reportera cuyo esposo es pariente de una de las víctimas, fue quien dio a conocer en su cuenta de Twitter los nombres de dos fallecidos: My Nhan, de 65 años y Lilan Li, de 63. Ambos festejaban el comienzo del Año Lunar en el Star Ballroom Dance Studio, donde presumiblemente se encontraba la esposa del asesino.
Por otra parte, el instructor de baile y propietario del salón, Ming Wei Ma fue identificado por un amigo como otro de los fallecidos.
“Era un maestro respetado, muy querido y muy cariñoso”, dijo a los periodistas, Eric Chen.
Identifican armas y a víctimas
En la ciudad de Hawthorne, donde Hou Can Tran, presuntamente se suicidó en el interior de la camioneta donde había huido después de cometer la masacre, las autoridades recuperaron dos armas, incluida una pistola semiautomática con un cargador de gran capacidad extendido, según dijo el alguacil Robert Luna.
Sin embargo, hasta ahora nadie ha dicho cómo el asesino múltiple obtuvo esas armas.
Biden promete ayuda
Durante una llamada telefónica con la supervisora del condado de los Ángeles, Hilda Solís, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, prometió toda la ayuda necesaria por parte de la Casa Blanca para auxiliar a las familias de las 10 personas asesinadas el sábado por la noche.
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“¿Qué piensa que podemos hacer?” fue la pregunta del mandatario a Solís.
Como respuesta en la investigación del tiroteo masivo perpetrado por Hou Can Tran, de 72 años, se involucraron en la investigación el FBI, la ATF, la oficina de emergencia del gobernador Gavin Newsom, el Departamento del Alguacil del condado de Los Ángeles y la policía de Monterey Park.
Pero, más allá de la masacre, nuevamente resurgió el tema de la proliferación indiscriminada de armas de grueso calibre en manos de civiles, particularmente cuando las oraciones no son suficientes para acabar con la violencia ni detienen las balas que matan a las personas.
Leyes estrictas
Y aunque las leyes de armas de California se encuentran entre algunas de las más estrictas de Estados Unidos, en la historia reciente tres de las masacres más cruentas han ocurrido en este estado: San Bernardino, en 2015, donde hubo 14 muertos y 21 heridos; en un centro nocturno de Sherman Oaks, en 2018, con saldo de 12 fallecimientos y 22 heridos, y Monterey Park, con 10 decesos y una decena de heridos.
El estado tiene reglas de espera y verificación obligatoria de antecedentes no penales para la compra de armas de fuego, y prohíbe las armas de asalto de estilo militar.
Asimismo, hace siete años California se convirtió en uno de los primeros estados en promulgar una ley de “bandera roja” que permite a las autoridades del orden confiscar las armas a alguien que consideren un peligro para sí mismo, o para los demás.
“Nosotros Hemos mandado cartas y resoluciones diciendo a la Casa Blanca y a miembros del Congreso que esto [una solución] tiene que ser bipartidista”, dijo a La Opinión la supervisora Solís.
“Los demócratas no podemos solos; tenemos que tener republicanos que nos ayuden a cambiar esto, pero cada vez que pasa algo, tenemos poca ayuda…, ellos solo quieren hacer lo mínimo”.
Un estudio de Health Affair revela que, entre 2001 y 2010, el riesgo de muerte en los Estados Unidos fue un 76% mayor para los bebés y un 57% mayor para los niños de uno a 19 años.
Durante esta década, los menores de 15 a 19 años tenían 82 veces más probabilidades de morir por homicidio con armas de fuego en el país.
“Sabemos que muchas personas no están bien de su mente y obtienen esas pistolas o rifles de diferentes maneras o las reproducen con la tecnología y pueden armarla en casa”, dijo la funcionaria de gobierno. “Por mi parte, veo en la constitución que todos tienen el derecho de poder tener un arma, pero ¿Qué pasa cuando alguien la usa para matar?”.
Victoria “Nikky” Domínguez, directora de políticas de la organización Asiático-americanos Promoviendo la Justicia en el Sur de California (AJSOCAL), expresó que además de estar en contra de la violencia, “tenemos muchas preocupaciones por la seguridad de nuestras comunidades y por el incremento de las balaceras”.
Domínguez reconoció que si bien California tiene algunas de las leyes más estrictas para adquirir un arma de fuego, “este tema es responsabilidad nacional, y tenemos que hablar sobre cuáles son los estándares o políticas que queremos considerar para tener comunidades más seguras para todos”.
Ayuda mental para las familias
Luego de reconocer que es un tiempo “sombrío” en Estados Unidos, la supervisora del condado de Los Ángeles, Kathryn Barger (Distrito 5), reconoció que las masacres han cimbrado una vez más la seguridad y el sentido de estabilidad en el país.
Para las familias, amigos, vecinos y compañeros de trabajo de las personas que fueron asesinadas y los heridos, o quienes fueron directamente afectados, Barger ofreció ayuda por parte de profesionales del Departamento de Salud Mental del Condado de Los Ángeles, si se sienten solos, deprimidos, confundidos o temerosos.
Para ello, su oficina dio a conocer que está disponible la línea (1-800) 854-7751, las 24 horas del día, los siete días de la semana, donde profesionales pueden auxiliar de manera confidencial y sin ningún costo a las personas.
“También hemos dispuesto el Centro de Ayuda Familiar en Langley Senior Center (400 W. Emerson Avenue, Monterey Park, California 91754”, dijo la funcionaria. “El camino para la recuperación no será fácil, pero es mi esperanza que estando unidos comenzaremos a sanar, seremos más fuertes y nuestra fe será restaurada”.
“Republicanos no cooperan”: Judy Chu
“Las oraciones no son suficientes para detener las balas”, dice Chelsa Taruc, una joven chino-americana que vive a poca distancia del salón de baile donde aconteció la masacre de 11 personas, el sábado por la noche.
Taruc, al igual que sus vecinos aún no puede superar el trauma que le ha causado ser testigo de la violencia de las armas en Estados Unidos.
Ante este señalamiento, la congresista Judy Chu, representante del Distrito 28 de California en el Congreso, a través de La Opinión respondió a sus constituyentes sobre las acciones reales que ha tomado y debería adoptar el país para detener el sinsentido de las matanzas continuas.
“Mis electores tienen razón. Las oraciones, los pensamientos y las condolencias no son suficientes. Apenas el año pasado el Congreso aprobó la Ley bipartidista de comunidades más seguras para financiar actividades de intervención en crisis, como leyes de bandera roja, cerrar lo que se conoce como la “laguna legal del novio” y exigir que los jóvenes de 18 a 21 años se sometan a verificaciones de antecedentes mejoradas”, dijo la congresista.
Esta fue la primera legislación importante sobre seguridad de armas aprobada por el Congreso en casi tres décadas.
“Pero esto era lo mínimo que se podía aprobar, y hay mucho más por hacer a medida que más personas inocentes son víctimas de tiroteos masivos y estas tragedias ocurren en más y más comunidades”, añadió.
Chu indicó que, bajo una mayoría demócrata en el último Congreso, la Cámara aprobó múltiples proyectos de ley para prevenir la violencia armada innecesaria, “todos los cuales apoyé”.
“Esas medidas habrían prohibido la posesión de aceleradores de disparos o ametralladoras para civiles; se habrían regulado las armas impresas en 3D (tercera dimensión) y habrían requerido una verificación de antecedentes en cada venta o transferencia de armas”.
Sin embargo, lamentó que estas propuestas no pudieron avanzar “porque los republicanos se negaron a unirse a nosotros y escuchar al pueblo estadounidense”.
“Mientras los republicanos continúen del lado del lobby de las armas y se opongan consistentemente a las leyes de seguridad de armas de sentido común que sus propios electores apoyan, no podremos abordar adecuadamente la violencia armada mortal que nos amenaza a todos”, consideró la funcionaria de gobierno.
“Necesitamos que los malhechores rindan cuentas, pero también debemos implementar medidas preventivas para garantizar que eventos como el de Monterey Park este fin de semana no continúen causando estragos en este país”, dijo.
“Eso significa que necesitamos más funcionarios electos en el Congreso que estén dispuestos a tomar este tipo medidas”, consideró.
“El sospechoso de la masacre de este fin de semana en Monterey Park usó una pistola semiautomática que tenía un cargador extendido de gran capacidad, diseñado para infligir el máximo daño en un corto período de tiempo”, expresó.
Y agregó que, si bien este tipo de arma es ilegal en California, “nuestras leyes de armas son tan buenas como las leyes de armas de nuestros vecinos. Es por eso por lo que he estado trabajando para aprobar leyes federales sobre armas que se aplicarán a todos los estados del país, y por eso voté a favor de la Ley de Prohibición de Armas de Asalto cuando fue aprobada por la Cámara el verano pasado”.
Este proyecto de ley incluía una prohibición de los dispositivos de alimentación de municiones, como cargadores de alta capacidad que pueden aceptar más de 10 rondas. Los republicanos se negaron a unirse a sus homólogos demócratas.
La Opinión
