El vicepresidente del Estado, David Choquehuanca, reflexionó sobre la crisis de la democracia democracia, la civilización, el totalitarismo mediático y el retorno del Pachakuti, al saludar los 197 años de Independencia de Bolivia, en la sesión de honor de la Asamblea Legislativa Plurinacional en la Casa de la Libertad de Sucre.
La autoridad rememoró las luchas que se libraron en contra de los invasores que sometieron a los nacidos en esta tierra. Invasión y colonización hispánica que fue combatida por los pueblos. “El sol brillará eternamente para los patriotas que dieron su vida para la independencia”, dijo.
Choquehuanca manifestó que a lo largo de la historia de los pueblos originarios los procesos de cambio han sucedido cíclicamente, es así que en 1992 empezó el cambio del rebelde, en 2006 fue el despertar político del pueblo y que el 2020 ha sido el “despertar de la conciencia rebelde, donde el pueblo boliviano vuelve a levantarse contra un sistema que se destruye así misma, en contra de una justicia que se separa de las leyes y en contra de una democracia que se ha negado así misma dando lugar a dictaduras”.
“La democracia es un gobierno del pueblo y para el pueblo y por el pueblo, pero la historia colonial ha demostrado que los gobiernos democráticos no han sido del pueblo y para el pueblo ni ejecutados por el pueblo”, afirmó Choquehuanca en su discurso.
Añadió que “Hasta el 2006 la democracia paliativa fue incapaz de resolver los problemas reales de una Bolivia dividida, excluyente, racista y sin posibilidades de alcanzar consensos”.
El vicepresidente identificó que la “indiofobia, la discriminación y ausencia de políticas socieconómicas” en estilos distintos han generado la injusticia, la pobreza, la división, las desigualdades y las heridas profundas en la identidad nacional
Asimismo, manifestó que en la crisis civilizacional del occidente “la democracia es un símbolo que se destruye así misma, porque nace de la idea de dividir para gobernar, y fracasa en trascender el gobierno de las mayorías en ausencia de una capacidad de construir consensos entre todos y del todo”.
Sostuvo que en la “gran crisis civilizatoria las democracias del capitalismo global”, son las corporaciones transnacionales provocan la crisis energética, alimentaria, educativa, institucional, espiritual, del arte y la cultura, además de la gran crisis sanitaria que “argumentan la tesis que la democracia ha sido destruida así misma”.
En ese escenario, dijo Choquehuanca “Estamos percibiendo la hoja de ruta de los cambios del décimo Pachakuti (…). Vemos con claridad cómo se detienen las turbinas del viejo sistema en todas las áreas de la crisis universal”.
En otra parte de su discurso, la autoridad se refirió a la crisis de la información y comunicación. “Tenemos que comprender quién y para qué boicotea a la verdad, y produce falsedades, necesitamos saber quién manipula la verdad, chantajea mediante engaños”.
Dijo que “la crisis se está dando donde se revela la información censurada, la información confidencial privada de los círculos de poder y dominación (…) La ruta de la información falsa y desinformación de la mano del control, la vigilancia, según nuestra ética debe comprenderse como una fuerza que nos asiste, protege e incentiva a actuar”.
Comentó que el “despertar” informativo tiene que darse a nivel de cada persona y cada comunidad; y que en la era del capitalismo de la información y comunicación abierta y en redes sociales será la “política y la democracia que sufrirán grandes transtornos”
Postulo que la infocracia está intentado reducir a la persona humana a un perfil de datos que obedece al algoritmo oportunista que lo vigila, sostuvo citando a un filósofo alemán de origen coreano.
Asimismo, sostuvo que “el totalitarismo mediático de bigdata pretende sustituir la ideología, el pensamiento libre de la comunicación por el control y la vigilancia de datos. En la era del totalitarismo se usa datos para administrar las conveniencias y no para comunicar datos de la verdad de los hechos”.
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Y que la crisis de la posverdad de la transverdad oportunista destruye la comunicación en democracia sustituyéndola por la “telecracia, infocracia y la mediocracia”. Sin embargo, dijo que el viejo sistema agoniza.
Aseguró que en este momento del proceso de cambio del país “el camino está marcado por una ruta de transición hacia una democracia inclusiva y complementaria sin renunciar jamás a vivir libres con soberanía”.
Además, que los pueblos originaros “seremos siempre guardianes de la matriz de vida”. No obstante “vivimos actualmente el momento culminante de la crisis civilizatoria”
Tomado de ANF
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