El caso de la muerte de Carlos Colodro, exinterventor del Banco Fassil, no está cerrado. La Policía prepara una pericia psicológica a la familia, el entorno y los vínculos labores que tenían el extinto funcionario.
En primera instancia, el caso se había investigado por el delito de homicidio-suicidio.
Esa figura se mantiene pese a que el ministro de Gobierno informó la noche del martes -con base en las pericias de la Policía- que Colodro se suicidó.
El comandante de la Policía, general Álvaro Álvarez, indicó que “se han asumido todas las acciones que permitan esclarecer este hecho en relación a las actividades periciales, a las tomas de declaraciones”.
En ese marco, indicó que hay “actividades que todavía nos faltan”, y que “son desarrolladas a partir de la identificación de hechos que se han suscitado, por ejemplo, el análisis psicológico a la familia, al entorno y al vínculo laboral”.
En ese marco, el fiscal del caso Néstor Tórrez anunció la mañana de este jueves en una entrevista con La Revista de la red UNITEL que “los hijos declararán en las próximas horas en calidad de testigos”.
En la carta póstuma atribuida a Colodro se lee de manera inicial: “Me engañaron. Me dieron la espalda. Me mataron”. A la fecha, se desconoce a quién o quiénes se refería.
La familia ha evitado referirse al caso y pidió respeto a la memoria del extinto interventor, pero los abogados sospechan que hubo presiones y que detrás de su deceso hay una mano criminal.
Según los datos de la pericia presentada por el ministro Del Castillo la noche del martes, Colodro se suicidó tras lanzarse del piso 15 de una oficina de Fassil debido a una depresión.
La Policía además ejecuta pericias al teléfono celular con el fin de establecer las últimas comunicaciones que sostuvo la víctima.
UNITEL
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