Un hombre que se preparaba para ser parte del Ejército mexicano fue enterrado vivo en uno de los entrenamientos de la institución. A causa de esta práctica, el sujeto falleció por asfixia, según declaraciones de la Comisión Nacional de Derecho Humanos (CNDH) en México.
El hecho sucedió en el 2020, pero se ha hecho público este 28 de junio luego de que la entidad emitiera una recomendación directa a la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) por cargos de abusos de los superiores.
En la investigación de la comisión se confirma que fue el 20 de noviembre, durante un curso de fuerzas especiales en Mexicali, Baja California, cuando uno de los superiores ordenó a un militar introducirse en uno de los búnkeres que habían excavado.
Luego de obedecer, el instructor ordenó a sus compañeros que tapen el hoyo. Los demás militares arrojaron tierra y lo sepultaron. Así como él, otros cuatro elementos fueron tratados de la misma manera. “Un instructor caminó sobre la tierra que los cubría”, se leyó en el comunicado de la CNDH.
Asimismo, según testimonios, los superiores se burlaron de los militares que estaban asfixiándose. Incluso tomaron fotografías del hecho. Se supo que estas prácticas eran recurrentes y que subordinados de los instructores también lo hacían.
Los cuatro sepultados lograron ser rescatados, pero olvidaron a uno que se encontraba en otra fosa. Fue cuando uno de ellos volvió por su cargador de celular que se dio aviso y se percataron del cuerpo inerte de la víctima.
La CNDH recomendó a la Sedena que inscriba a los sobrevivientes en el Registro Nacional de Víctimas para que se dé la reparación civil por el daño ocasionado. También ordenó que se inicien las investigaciones a fin de sancionar a los responsables directos del crimen.
La República
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